La biodiversidad siempre ha sido un elemento fundamental para garantizar la supervivencia en el planeta Tierra, aunque, en la actualidad, su cuidado y mantenimiento ha adquirido especial relevancia debido, principalmente, a los efectos que estamos padeciendo como consecuencia de nuestras acciones sobre el medioambiente y el cambio climático, ya que éstos ponen en riesgo la vida tal y como la conocemos.
Beneficios de una rica biodiversidad
Los beneficios de contar con una rica biodiversidad se materializan en que asegura la supervivencia de los seres vivos, tanto humanos como animales y plantas, al garantizar la provisión de alimentos, materias primas y recursos, ayuda a regular la calidad del aire y del clima, purifica las aguas y permite controlar la erosión, favorece la polinización, esencial para la reproducción de las plantas, y confiere resiliencia frente a determinados desastres naturales. En definitiva, preservar y fomentar la biodiversidad es fundamental para ayudar a mitigar las consecuencias del cambio climático, contribuyendo al mantenimiento de agua dulce, aire limpio y suelos sanos y de calidad, condiciones esenciales para garantizar la vida en la Tierra.
En la agricultura, fundamentalmente, la mediterránea tradicional, la generación y recuperación de estructuras de biodiversidad está ligada a paliar los efectos de fuertes precipitaciones, con el objetivo de disminuir la escorrentía y la erosión del suelo. Además, la incorporación de estos elementos es fundamental para ayudar en el control biológico de plagas y la polinización, creando refugios, espacios para nidificar y fuentes de alimento alternativo. A estos elementos se suman la mejora de la calidad del terreno, el secuestro de carbono, el consecuente incremento del número y la diversidad de los polinizadores. También pueden actuar de efecto barrera para proteger los campos en producción ecológica frente a las posibles derivas de productos químicos de explotaciones vecinas.
Tipos de estructuras de biodiversidad
Para crear una óptima estructura de biodiversidad hay que tener en cuenta la orientación productiva de la finca, las características y problemática ambiental de la zona, las necesidades específicas del productor y de su cultivo, además del terreno disponible y sus peculiaridades. Hay varios tipos de estructuras de biodiversidad: setos perimetrales, islas de biodiversidad y cubiertas vegetales.
Setos perimetrales
Los setos perimetrales son los aliados ideales de los sistemas agrícolas que utilizan el control biológico para mantener a raya a las plagas. Su establecimiento en el entorno del cultivo aumenta la complejidad del ecosistema, otorgándole dos funciones: por un lado, aumenta la biodiversidad y favorece el control biológico por conservación, al proveer de alimento y refugio a la fauna auxiliar; y por otro, contribuye al mantenimiento y a la restauración del paisaje.
Para diseñar los setos perimetrales, se recomienda utilizar distintas especies vegetales autóctonas, de forma que estén adaptadas a las características del entorno. Además, se aconseja que las especies tengan una floración escalonada y se mantengan en flor durante el mayor tiempo posible para que puedan ofrecer sus recursos (néctar y polen) a la fauna auxiliar instalada y que actúa como enemigo natural de las plagas de los cultivos anexos.
Islas de biodiversidad
Las islas de biodiversidad son espacios en los que se plantan especies autóctonas que contribuyen a la restauración sostenible del medio natural, pues proporcionan alimento y cobijo a la fauna, potencian la flora autóctona, fomentan la vida de polinizadores, insectos y micromamíferos, además de que refuerzan las comunidades de aves.
Por su funcionalidad, se convierten en aliados de aquellas zonas agrícolas o urbanas que están perdiendo biodiversidad y, por lo tanto, de especies que ven mermados sus hábitats y sus poblaciones. En casos extremos, ofrecen a los seres vivos del entorno una gran posibilidad de supervivencia, ya que representan un microhábitat más adecuado y habitable que las condiciones generales de la zona. En regiones deforestadas, contribuyen a cubrir de vegetación espacios baldíos, ayudando a frenar la erosión del terreno, a fijar carbono y materia orgánica en el suelo y a mejorar la fertilidad.
Cubiertas vegetales
Las cubiertas vegetales son plantas vivas o restos de plantas ya muertas que se aplican en un determinado suelo para formar una capa, o bien entre plantas cultivadas para proteger el terreno frente a agentes externos como la erosión o para salvaguardar a los microorganismos beneficiosos que se encuentran en el suelo y para reducir la evaporación de agua. En los cultivos de frutales, normalmente, se siembran especies concretas para conformar esta cubierta vegetal, situándola en el espacio comprendido entre las hileras de árboles.
Hay que tener en cuenta el momento oportuno para segar esta cubierta vegetal para que no compita con el cultivo de la explotación; una vez segado, se puede incorporar al suelo de forma que actúe como acolchado. Las cubiertas vegetales mejoran la estructura del suelo, lo protegen de la erosión y benefician la infiltración, favorecen el almacenamiento de agua en la tierra y disminuyen la evaporación, mejoran el contenido de materia orgánica y aumentan la biodiversidad, fomentando la vida de enemigos naturales frente a las plagas y favoreciendo la movilidad y proliferación de polinizadores
Por qué nos importan las estructuras de biodiversidad en Agbar Agriculture
En Agbar Agriculture somos conscientes del papel fundamental de la biodiversidad en el planeta Tierra y por ello, estamos comprometidos con el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, de forma que estamos volcados en impulsar un modelo de agricultura sostenible y rentable para los agricultores.
Hemos desarrollado las soluciones integrales HECUS (High Efficiently Cultivation System), que giran en torno a tres ejes: el cultivo; el riego; y la sostenibilidad y la biodiversidad. Para Agbar Agriculture, estos son los tres pilares fundamentales para afrontar con éxito los retos a los que se enfrenta el sector agrícola en los próximos años, entre ellos, garantizar la biodiversidad.
En el marco de la Agenda 2030, en Agbar Agriculture velamos por el uso sostenible de los recursos naturales, la salud de los ecosistemas, la biodiversidad y la productividad en todos nuestros proyectos agrícolas. Por ello, estamos alineados con la visión de la Unión Europea y sus estrategias verdes, promoviendo un modelo agrícola sostenible en armonía con el medioambiente, de forma que tenga un impacto positivo en cuanto a sostenibilidad y rentabilidad.