Cultivo del almendro
En Agbar Agriculture, le ofrecemos nuestro asesoramiento para que pueda aumentar la productividad y la rentabilidad de su cultivo de almendro, gracias a nuestros servicios especializados y personalizados en cada fase de desarrollo del proyecto, desde la plantación hasta la recolección.
Garantía de éxito en su cultivo de almendro
¿Qué le aportamos?
- Optimización de los recursos
- Una explotación más eficiente
- Aumento de la producción y de los beneficios
- Más calidad de producto y seguridad alimentaria
- Ventaja competitiva respecto a la competencia
- Ahorro en costes

Características del cultivo
El almendro es un cultivo en auge en España, con una evolución creciente en cuanto al número de hectáreas de superficie en los últimos años en las principales zonas de producción, además de que destaca su expansión en otras zonas de la Península Ibérica, sobre todo, en aquellas que disponen de recursos hídricos suficientes.
En ese sentido, el área cultivada de almendro que dispone de riego en España se ha duplicado en los últimos cinco años; y solo en el último año, ha aumentado un 12,6%. Sin embargo, aún queda un amplio margen de crecimiento, pues la superficie dedicada a almendro en regadío en España apenas supera la quinta parte (21%), por lo que Agbar Agriculture recomienda el establecimiento de un óptimo sistema de riego y el uso sostenible de este recurso para incrementar la productividad, la calidad del fruto y la rentabilidad de la explotación. Nuestros especialistas le ayudarán a mejorar la productividad, para lo que es fundamental tener en cuenta el marco de plantación, la variedad de almendro elegida y la tecnificación y modernización de las tareas agronómicas.
Existe una tendencia hacia nuevas variedades productivas junto con los nuevos sistemas de plantación intensivos y súper intensivos, lo que ha incrementado la rentabilidad del cultivo de almendro, reduciendo considerablemente los costes de la recolección, que con estos métodos ha pasado de manual a mecanizada. Esta evolución es posible gracias a las buenas condiciones climatológicas que hay en muchas de las zonas de crecimiento del cultivo en España, lo que está propiciando el cambio de uso del suelo agrícola de cereal a este cultivo de alto valor.
El descenso de la producción por parte de Estados Unidos y la Unión Europea hace prever que los precios de la almendra podrían experimentar un aumento. A ello se une la evolución creciente del consumo mundial, además de que hay variedades más resistentes a las fluctuaciones del mercado, al estar mejor valoradas por los consumidores debido a sus propiedades, tales como la almendra ecológica, pues va dirigida a un consumidor dispuesto a pagar más por una mayor calidad.

Retos del cultivo
Las perspectivas de futuro del pistacho son muy positivas, ya que la mayor parte de la producción de pistacho español se dirige a la exportación, a los mercados más exigentes de Europa, que demandan calidad certificada y producción ecológica, de ahí la amplia horquilla que aún queda para mejorar, ya que España representa apenas el 0,3% de la producción mundial. Otro dato importante es que el consumidor internacional está dispuesto a pagar más por un producto ecológico y de mayor calidad.
Además, el saldo comercial español es negativo históricamente, lo que refleja otra ventaja para el cultivo de pistacho, ya que los productores no son capaces de abastecer toda la demanda del consumo que hay en España.
La creciente demanda de pistacho por parte del consumidor en el mundo está empujando a los agricultores hacia la necesaria tecnificación y modernización de este cultivo, con el objetivo de incrementar los rendimientos por hectárea y la rentabilidad. Con estas mejoras, los productores de pistacho aspiran a conseguir una denominación de origen o indicación geográfica protegida que ponga en valor la calidad de los frutos cosechados para mejorar aún más sus cotizaciones en los mercados.
Otro aspecto que permitirá dar un salto cualitativo a los agricultores de pistacho es el amplio margen de mejora que tienen en cuanto a su organización como productores, un sistema de gran importancia a la hora de maximizar el uso de los fondos operativos de la Unión Europea. Según los datos del Ministerio de Agricultura, mientras el 68% de la producción de almendra está integrada en Organizaciones de Productores, el cultivo de pistacho, la comercialización a través de esta figura no alcanza el 2% de la producción.
También es importante llevar a cabo una buena gestión postcosecha de los pistachos recolectados para evitar riesgos de infecciones por aparición de aflatoxinas, así como plagas de polilla.
Gestión de la finca
El pistachero es un árbol originario de zonas desérticas y salinas, capaz de sobrevivir en condiciones climatológicas adversas. Para su desarrollo, requiere inviernos relativamente fríos, con una humedad ambiental baja, y veranos largos y calurosos, por lo que no todas las zonas geográficas de España son óptimas para su cultivo; a pesar de ello, los avances tecnológicos permiten que su cultivo sea posible, incluso, en condiciones relativamente adversas, para lo que es imprescindible contar con el asesoramiento de especialistas como Agbar Agriculture.
Las principales condiciones para el óptimo cultivo de pistacho son veranos largos y calurosos, humedad relativa no excesiva, inviernos fríos o muy fríos, lluvias moderadas, áreas con viento que facilitan la polinización natural, suelos franco-arenosos, calcáreos, profundos, bien drenados y con un pH entre 6 y 8. La selección de la planta, así como el injerto, las labores agronómicas, la poda, la recolección y la comercialización son también factores esenciales para obtener mayor beneficio por parte del agricultor, aunque el principal condicionante es el regadío.
Respecto al suelo, es ideal que sea poroso, fértil, con mucha absorción de minerales y fácil de laborear. Se requiere un número mínimo de horas de frío para una producción óptima, de entre 1.100 y 1.200 horas al año. En el sur de España, la temperatura media, más templada, favorece el cultivo de pistacho, pues reduce los riesgos de padecer heladas en los meses tardíos, entre marzo y mayo, que podrían causar graves daños en la flor y mermar considerablemente la producción. En cuanto a la humedad, se recomienda no cultivar pistacheros en zonas costeras y, por lo tanto, húmedas, porque pueden provocar la proliferación de enfermedades.
La época idónea para plantar el pistachero en España está entre noviembre y enero. En los primeros días hay que tener especial cuidado con los riegos para evitar daños por congelación. Además, es importante aportar materia orgánica para favorecer el enraizamiento de la planta.
En Agbar Agriculture, llevamos años trabajando en el análisis y la óptima gestión del cultivo de pistacho para maximizar los resultados. Nuestra garantía de éxito está basada en desarrollar una explotación optimizada y eficiente, aumentando los beneficios del cultivo, así como la calidad de los frutos recolectados, vigilando en cada momento las acciones de la competencia y con el mayor ahorro posible de los costes.
Riego del almendro
Tras la siembra del almendro, es aconsejable realizar un riego de asentamiento por cada planta. Posteriormente, para una adecuada elección del sistema de riego, es necesario apoyarse en los avances de las nuevas tecnologías y apostar por sistemas de precisión para la gestión eficiente del agua, optimizando el diseño y el manejo de los sistemas de distribución.
Para reducir los gastos del regadío, conviene utilizar fuentes de energía renovable siempre que sea posible, lo que provocará el consiguiente ahorro energético gracias a la aplicación de energía solar fotovoltaica para el riego, así como para los sistemas de distribución, lo que contribuye, además, a reducir la huella de carbono.
Es importante saber que el almendro tiene una buena adaptación en un amplio rango de disponibilidades hídricas y que todos los patrones y variedades se benefician del riego. Asimismo, debemos conocer las variables agroclimáticas de la zona para prever las demandas de agua en cada época y fase del cultivo de almendro, optimizando su uso y garantizando más producción y calidad del fruto, teniendo en cuenta el estado fenológico del cultivo en cada momento y la evapotranspiración.
En España, el sistema de riego más extendido es por goteo. Como productor, en Agbar Agriculture le ofrecemos una amplia variedad de soluciones de riego y fertirriego para ajustarnos a sus necesidades y a las de su cultivo de almendro.
La calidad del agua de riego condiciona la cantidad de fertilizantes que son necesarios para el cultivo de almendro, ya que las aguas muy salinas, con alta conductividad, dificulta la posibilidad de introducir los fertilizantes necesarios en épocas de alta demanda hídrica del cultivo de almendro. La forma óptima de aplicar los fertilizantes a la explotación de almendro es mediante fertirrigación, con el abono ya disuelto en el agua.
Poda del almendro
Aunque se adapta a diferentes condiciones edafoclimáticas, para realizar la poda del almendro hay que tener en cuenta que es un frutal de hoja caduca, característico de la zona mediterránea. La poda juega un papel muy importante para favorecer la productividad y el vigor del almendro, de ahí que se diferencien cuatro tipos de poda: poda de formación, poda de fructificación, poda de restauración y poda en verde.
La poda de formación busca que el árbol adquiera una estructura consistente, con ramas principales gruesas y fuertes el primer año, pasando a una estructura formada por ramas secundarias durante el segundo año, para obtener un crecimiento equilibrado que favorezca el rendimiento en el futuro.
La poda de fructificación se realiza, generalmente, a partir del cuarto año de vida del árbol, con el objetivo de eliminar ramas débiles o muertas, así como para retirar prolongaciones, fortaleciendo las ramas secundarias.
La poda de restauración es más agresiva y se lleva a cabo cuando el árbol ya es maduro y es necesario reiniciar el ciclo de producción, una vez que las ramas han envejecido, o bien, cuando el árbol ha padecido alguna enfermedad o no ha recibido los cuidados adecuados.
La poda en verde suele efectuarse durante los meses de mayo y junio, después de la época de floración y la recogida del fruto, con el objetivo de eliminar los brotes que se han desarrollado en el último año para que no se produzca una ramificación excesiva que reste equilibrio y provoque la pérdida de vigor del almendro.
Para una correcta poda del cultivo de almendro en cada periodo vegetativo, es fundamental contar con apoyo y asesoramiento especializado como el que le proporcionaremos en Agbar Agriculture.
Plagas y enfermedades del almendro
En Agbar Agriculture, le ayudamos a reconocer, prevenir, contrarrestar y erradicar las plagas y enfermedades en su cultivo de almendro, a través de nuestro equipo de expertos, para que pueda combatirlas de forma eficaz, reduciendo los riesgos, así como las posibles mermas en cada campaña.
Las principales plagas del almendro son el gusano cabezudo, el pulgón del almendro, la araña roja y la araña amarilla, el barrenillo del almendro, el minador de los brotes, la orugueta del almendro y el mosquito verde. Por su parte, entre las enfermedades más conocidas y dañinas del almendro se encuentran el cribado del almendro, la abolladura del almendro, la roya, la monilla del almendro y la mancha ocre.
Recolección del almendro
La última fase del cultivo de almendro es la recolección de su fruto, las almendras. Una tarea que, en los últimos años, ha evolucionado considerablemente, con la introducción de maquinaria, lo que ha reducido los costes de mano de obra de forma notable. Una tarea para la que, en Agbar Agriculture, contamos con la tecnología y los medios más avanzados, así como asesoramiento personalizado a su disposición. Se pueden utilizar vibradores de tronco y vibradores de ramas, además de plataformas recolectoras, para explotaciones más grandes y sin apenas pendiente.
El momento óptimo de recoger el almendro dependerá de la variedad del almendro y de la zona donde esté la finca. La maduración de la almendra se puede observar a simple vista y ese será el momento exacto para su recolección, aunque es conveniente contar con asesoramiento por parte de expertos. Las variedades tempranas y extratempranas son las primeras en florecer, pero las últimas en recolectarse, que suele realizarse entre agosto y septiembre. Las variedades tardías, por el contrario, florecen más tarde, pero maduran y se recolectan antes, desde finales de julio.
En resumen, en Agbar Agriculture, le acompañamos en cada etapa del desarrollo vegetativo del cultivo de almendro para ayudarle a conseguir sus objetivos. Por ello, le animamos a contactar con nosotros para aumentar la productividad y la rentabilidad en su plantación de almendros.