En el Día Internacional de la Biodiversidad Biológica, hablamos con Marta Pérez Ortolá sobre qué es la biodiversidad. Marta es Ingeniera agrónoma con máster en gestión de recursos hídricos. Experiencia en el mundo académico, en el ciclo integral del agua y el sector agrícola en España y en el Extranjero. Forma parte de la empresa desde 2017, estuvo en Chile promoviendo la experiencia de la empresa en el sector agrícola, y ahora lidera iniciativas de sostenibilidad y biodiversidad en proyectos agrícolas
La Fundación Biodiversidad define la biodiversidad como la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otros, los ecosistemas terrestres y marinos y otros sistemas acuáticos, y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas, abarcando la enorme variedad de formas mediante las que se organiza la vida. Diferencia tres niveles de biodiversidad: diversidad genética, de especies y de espacios.
Contar con una rica biodiversidad en un entorno determinado aporta una serie de beneficios, principalmente, la provisión de alimentos, materias primas y recursos para asegurar la supervivencia de los seres vivos, ya sean humanos, animales o plantas; y permite la regulación de la calidad del aire y del clima, la purificación de las aguas, el control de la erosión, la polinización y la prevención de determinados desastres naturales.
El Pacto Verde Europeo recoge, entre sus propuestas, la estrategia sobre biodiversidad para 2030, un plan a largo plazo que tiene como objetivo proteger la naturaleza y restaurar los ecosistemas degradados, gestionándolos de forma sostenible, en beneficio de las personas, el clima y el planeta. Además, sitúa la biodiversidad como eje de las actuaciones en la hoja de ruta de la recuperación hasta 2030, dentro de su compromiso de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para ese mismo año, a través de una serie de medidas concretas, entre ellas, una red más amplia de espacios protegidos en la tierra y en el mar; un plan de recuperación de la naturaleza; y acciones que permitan una necesaria transformación, así como afrontar el desafío mundial de la biodiversidad.
España líder en biodiversidad
En España tenemos una rica biodiversidad, compuesta por más de 85.000 especies, con el 54% de los hábitats terrestres de interés comunitario según la Directiva Hábitats, además de que es el país de la Unión Europea que más superficie aporta a la Red Natura 2000, con el 27% de su territorio terrestre y más del 8% del marino protegido bajo esta figura, ocupando el segundo puesto europeo en área forestal, solo superado por Suecia. Sin embargo, la biodiversidad en España está bajo amenaza. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el 14% de las 85.000 especies existentes en el territorio están amenazadas. A escala mundial, la ONU ha advertido, a través de un informe, de que un millón de especies, de los ocho millones estimados que existen, se encuentran en peligro de extinción y podrían desaparecer en unas décadas.
La biodiversidad ha estado disminuyendo a un ritmo alarmante en los últimos años. Los motivos principales, según reconoce la Comisión Europea, son el resultado de la actividad humana: las alteraciones del uso del suelo (deforestación, monocultivo intensivo y urbanización, fundamentalmente); la explotación directa de la sobrepesca y el exceso de la actividad cinegética; la contaminación; el cambio climático; y la proliferación de especies exóticas invasoras.
¿Por qué debemos recuperar y conservar la biodiversidad?
Cuidar y fomentar la biodiversidad es fundamental para ayudar a contrarrestar las consecuencias del cambio climático, pues contribuye al mantenimiento de ecosistemas esenciales y al uso sostenible del suelo.
Beneficios de la biodiversidad
Los ecosistemas saludables proporcionan muchos elementos esenciales que damos por sentado porque no los vemos a simple vista. Las plantas transforman la energía del sol y la ponen a disposición de otras formas de vida. Las bacterias y otros organismos vivos descomponen la materia orgánica y la convierten en nutrientes, de forma que proporcionan a las plantas un suelo sano en el que desarrollarse. Los polinizadores son esenciales en el proceso de reproducción de las plantas, lo que garantiza la producción de alimentos. Junto al suelo, las plantas y los océanos actúan como grandes sumideros de carbono, contribuyendo a mitigar las consecuencias del cambio climático. Además, el ciclo del agua está condicionado en gran medida por la existencia y la labor que realizan los organismos vivos. Por todo ello, la biodiversidad proporciona y garantiza una serie de condicionantes sin los cuales, la supervivencia sobre la Tierra se vería seriamente amenazada, reduciendo el impacto de los peligros naturales y combatiendo el cambio climático: suelos sanos y de calidad, aire limpio, agua dulce y polinización.
En Agbar Agriculture somos conscientes del papel esencial que juega la biodiversidad. Por ello, estamos comprometidos con el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y nuestra filosofía se centra en impulsar un modelo de agricultura sostenible y rentable para los agricultores. Hemos desarrollado las soluciones integrales HECUS (High Efficiently Cultivation System), que giran en torno a tres ejes: el cultivo; el riego; y la sostenibilidad y la biodiversidad, tres pilares que constituyen el aliado estratégico óptimo para afrontar con éxito los retos a los que se enfrenta el sector agrícola en los próximos años.
En el marco de la Agenda 2030, en Agbar Agriculture velamos por el uso sostenible de los recursos naturales, la salud de los ecosistemas, la biodiversidad y la productividad en todos nuestros proyectos agrícolas. Por ello, estamos alineados con la visión de la Unión Europea y sus estrategias verdes, promoviendo un modelo agrícola sostenible en armonía con el medioambiente, de forma que tenga un impacto positivo en cuanto a emisiones, contaminación difusa y biodiversidad.