El cultivo de cítricos en España ha aumentado ligeramente en el último año, después de tres campañas en las que había permanecido prácticamente estancado. Según los datos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos Cultivos (Esyrce) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, correspondientes a 2022, el país dedica un total de 309.320 hectáreas a los cítricos, la mayoría de ellas, a naranjo, con 150.716; seguida de mandarino, con 101.560; y limonero, con 53.301, que son los tres frutales cítricos más importantes en España.
El dato total contrasta con las poco más de 307.000 hectáreas de cítricos que se han estado cultivando en España en 2019, 2020 y 2021. La Comunidad Valenciana, con 155.893 hectáreas, Andalucía, con 95.441, y la Región de Murcia, con 45.727, representan los tres territorios de referencia en el país en este tipo de cultivo.
Los cítricos cultivados en España se desarrollan, histórica y mayoritariamente, en régimen de regadío, al ocupar el 91,6% de la superficie total dedicada a ellos. Esto se debe a que requiere de importantes cantidades de agua, además de un ambiente húmedo, tanto en el suelo como en la atmósfera.
A continuación, repasamos las principales variedades de cítricos, comenzando por las naranjas, que presentan tres grupos principales: Navel, que se caracteriza por su ‘ombligo’ y su consumo en fresco; Blancas, sin ombligo y utilizadas, mayoritariamente, para la industria del zumo; y Sanguinas, que se diferencian del resto por su color rojizo en la pulpa y en la corteza, aunque en España, apenas se cultivan en la actualidad. Dentro de cada uno, estas son sus variedades más conocidas:
Navelina: variedad Navel, originaria de California, que llegó a España en la década de los 30 del siglo XX. Árbol de tamaño medio, su naranja es de maduración precoz, con un fruto de color naranja intenso, con tamaño medio y forma ovalada en la zona del ombligo. Es la variedad más cultivada en España por la calidad del fruto, buena productividad y resistencia a las bajas temperaturas. La pulpa es muy jugosa y carece de semillas.
Washington Navel: variedad Navel, su árbol posee un buen tamaño y vigor. El fruto es de tamaño medio a grande, redondo o ligeramente ovalado, de corteza algo rugosa, gruesa y fácil de pelar. Su pulpa es firme, con mucho zumo equilibrado en ácidos, de gajos fáciles de separar. No se adapta bien a los climas secos y calurosos durante la floración. Recolección temprana a media.
Navelate: originaria de España, es una variedad Navel obtenida a partir de una mutación de Washington Navel. Su fruto es de tamaño medio, de color amarillo rojizo y redondeado. La corteza es fina, al igual que la pulpa, con un alto contenido en zumo y equilibrado en ácidos. Maduración más tardía que Washington Navel, pudiendo mantenerse en el árbol hasta tres meses sin merma de calidad. Su árbol es similar al de Washington Navel, aunque presenta un gran número de espinas. Arroja una escasa productividad.
Salustiana: del grupo de Blancas, se originó de forma espontánea en Valencia, a partir de la variedad Comuna. Es una de las más cultivadas en España dentro del grupo de Blancas. De maduración tardía, el fruto puede permanecer en el árbol durante más de tres meses sin sufrir pérdidas de calidad, de tamaño medio a grande, con un color poco intenso, sin semillas, con una corteza ligeramente rugosa. Su árbol es muy vigoroso, de tamaño medio, con tendencia a la formación de ramas verticales.
Valencia Late: es la variedad más utilizada por los principales países productores por sus excelentes cualidades. Prácticamente sin semillas, elevado contenido en zumo, de calidad y atractivo color, su fruto es de tamaño medio a grande y esférico. Es la variedad más tardía de todas las de naranjo dulce, también puede permanecer varios meses en el árbol sin perder calidad, aunque con el incremento de la temperatura tiende a reverdecer. El retraso en su recolección puede influir en una merma para la siguiente, al condicionar la floración. Su árbol es vigoroso y se adapta muy bien a diferentes climas y suelos.
Barberina: de origen valenciano, es una mutación espontánea de Valencia Late. Posee un gran tamaño de fruto, corteza fina, buena coloración, gran cantidad de zumo de muy baja acidez y excelente calidad, que le permite su uso para la industria del zumo, así como para fruta de mesa. De recolección entre los meses de mayo a julio.
En cuanto al mandarino, se clasifican en cuatro grupos o tipos varietales, dentro de los cuales, se encuentran las diferentes variedades: Clementinas, que son las más conocidas, de color naranja intenso, con la forma esférica aplanada y, normalmente, sin semillas, de fácil pelado y muy buen sabor, para consumo de mesa o en zumo; Satsumas, de rápida entrada en recolección, con el fruto sin semillas y resistencia al frío, para consumo de mesa o en zumo, de corteza gruesa y rugosa, aunque su pulpa es de menor calidad gustativa que las Clementinas; Clemenvillas, que se caracterizan por su mayor tamaño, con mucho contenido en zumo y la corteza de color naranja rojizo; e Híbridos, de buen tamaño, con gran cantidad de zumo, abundante en azúcares y ácidos orgánicos, y la pulpa de color naranja rojizo. Dentro de cada grupo, estas son las variedades más conocidas:
Oroval: variedad Clementina, de forma redondeada y peso entre 70 y 90 gramos, su corteza es granulosa y de fácil pelado, su recolección se lleva a cabo entre noviembre y diciembre, y no se aconseja conservar en el árbol, ya que pierde zumo y tiende a hincharse.
Clementina Fina: variedad Clementina, gran calidad de fruto, con un tamaño pequeño, de entre 50 y 70 gramos y cuya recolección se lleva a cabo entre noviembre y enero.
Clemenules: variedad Clementina, su fruto es más grande, de entre 800 y 100 gramos, con la forma achatada, de pulpa muy jugosa, fácil de pelar y sin semillas, cuya recolección va de noviembre a enero.
Okitsu: variedad Satsuma, su fruto es de gran calidad gustativa, de recolección muy precoz, que llega a iniciarse en septiembre, según la zona, es muy tolerante al transporte y el almacenamiento.
Owari: variedad Satsuma, con un fruto de tamaño medio a pequeño, color naranja claro y gran contenido en zumo.
Clausellina: variedad Satsuma, su fruto es de menor calidad, la recolección se inicia a mediados de septiembre.
Tango: variedad Híbrida, sin semillas, es una de las más plantadas en la actualidad en España. Originaria de California, es de tamaño medio-pequeño, corteza muy fina, color naranja fuertemente intenso, gran cantidad de zumo, elevados grados Brix y fácil de pelar. Su árbol presenta mucho vigor, es muy productivo y sin espinas, tendente a la vecería. La recolección es tardía, desde finales de enero hasta abril.
Fortune: variedad Híbrida, de pequeño tamaño, piel fina y color naranja intenso. Es recomendable para zonas con poco riego y bajas temperaturas, de recolección tardía, en febrero, aunque el fruto puede conservarse en el árbol hasta dos meses.
Ellendale: variedad Híbrida, de fruto grande, corteza fácil de pelar, tardía, con recolección a partir de febrero, aunque su conservación en el árbol le hace mermar zumo.
Ortanique: variedad Híbrida, de tamaño medio a grande, con la corteza rugosa y difícil pelado, recolección tardía, en febrero, con buena conservación en el árbol.
Respecto al limonero, su origen es asiático, datado hace más de 2.500 años, que en la actualidad se cultiva en regiones con climas templados. Sus variedades más conocidas y empleadas en España son Verna y Fino (también conocida como Primofiori), que suman, entre ambas, en torno al 90% de la superficie dedicada al cultivo de limonero en territorio español.
Verna: de forma alargada y extremos acabados en punta, apenas presenta semillas y un nivel bajo de acidez, altamente producido en España e Italia.
Fino o Primofiori: de forma esférica a ovalada, posee una corteza fina y lisa, su fruto tiene un gran contenido de zumo de delicada acidez, con más semillas que Verna, destaca por ser la más precoz.
Eureka: su fruto es de tamaño medio, con forma elíptica u ovoide. Apenas tiene semillas y posee un elevado contenido de zumo.
Villafranca: de árbol vigoroso y porte erguido, muy productivo y resistente a las heladas. Su fruto posee más semillas que Eureka y es de tamaño medio, con forma elíptica, corteza generalmente lisa y aroma fresco, con la pulpa muy jugosa.
Lisbon: fruto de tamaño medio, con forma elíptica, contenido variable en semillas, aunque más que Eureka. De corteza rugosa, su zumo es ácido y jugoso y la recolección se efectúa durante el invierno y hasta el inicio de la primavera.