El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de la Oficina Española de Variedades Vegetales, regula todo lo relacionado con la obtención, caracterización y evaluación de las variedades vegetales, así como su inclusión en el Registro de Variedades, tanto las comerciales como las protegidas. La interconexión entre ambos registros de variedades conforma un sistema por el que se reconocen derechos de propiedad y permisos de comercio y se armonizan los derechos de los obtentores, los productores, los agricultores y los consumidores.
Asimismo, la Oficina Española de Variedades Vegetales vela por el cumplimiento en materia de producción y comercialización de las semillas y plantas de vivero, además de vigilar la conservación y utilización sostenibles de los recursos fitogenéticos para la agricultura y la alimentación.
De esta forma, los agricultores tienen a su disposición, a través del Registro de Variedades, semillas y plantas de vivero de variedades, con el objetivo de que estas sean cada vez más productivas y estén mejor adaptadas a las distintas condiciones españolas de clima y suelo, para incrementar la productividad en equilibrio con la sostenibilidad económica, social y medioambiental, es decir, para producir más mediante el uso de la menor cantidad de recursos posible.
Para la obtención de estas variedades, es necesario llevar a cabo una serie de trabajos y estudios previos de caracterización, producción, resistencia a enfermedades y condiciones climáticas, así como de calidad del producto final. Esta tarea conlleva años de esfuerzo y cuantiosos recursos económicos y humanos para completar las investigaciones que son necesarias.
Una vez concluido este proceso investigador con éxito, se inscriben las variedades en el Registro de Variedades y, posteriormente, en los Catálogos Comunes de Variedades de la Unión Europea y en el de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE).
Hay una serie de requisitos para la producción, precintado, conservación y comercialización de semillas y plantas vivero. Para fomentar la calidad de las semillas y plantas de vivero que se utilizan en el sector agrícola, esta regulación se establece de forma armonizada con las directivas comunitarias de la Unión Europea. De esta forma, la normativa ofrece una serie de garantías para los agricultores a la hora de adquirir estas variedades para cultivar en sus explotaciones.
Es fundamental contar con estas garantías a la hora de adquirir la planta que el agricultor desea cultivar en su finca, pues de ello dependerá, en gran medida, la obtención del rendimiento esperado, acorde con las características de la explotación (suelo, clima, disponibilidad de agua, etc.). En este sentido, es esencial contar con los servicios de un experto para que nos proporcione una planta con calidad certificada y garantizada, eliminando así cualquier riesgo.