¿Qué es la descarbonización?
La descarbonización es el proceso de reducción de emisiones de carbono, fundamentalmente, de dióxido de carbono (CO2), a la atmósfera, cuyo objetivo pretende alcanzar una economía global con bajas emisiones, con el horizonte final de conseguir la neutralidad climática. La Humanidad lleva años basando gran parte de su progreso económico en el uso de combustibles fósiles, lo que ha incrementado las emisiones de CO2, uno de los principales causantes del efecto invernadero y, en consecuencia, del calentamiento global y el cambio climático. Para alcanzar la descarbonización es necesario realizar un cambio estructural que elimine el carbono de la producción de energía, llevando a cabo una transición hacia energías limpias que arrojen únicamente las emisiones que la Tierra puede absorber.
En este contexto, en noviembre de 2020, el Gobierno de España, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), aprobó la ‘Estrategia a Largo Plazo para una Economía Española Moderna, Competitiva y Climáticamente Neutra en 2050’, que responde al compromiso del país como miembro de la Unión Europea y en el marco del Acuerdo de París, y marca la hoja de ruta para lograr la neutralidad climática en el horizonte temporal de 2050, identificando las oportunidades que ofrece esa transición en materia económica y de generación de empleo.
La estrategia española se alinea con la de la UE, que aspira a ser el primer continente neutro en emisiones en 2050. De esta forma, la Comisión Europea apuesta por incrementar el objetivo europeo de reducción de emisiones en 2030, pasando de al menos un 40% respecto a 1990 a un mínimo de un 55%.
La hoja de ruta hacia la descarbonización en España sirve de guía para orientar las inversiones e impulsar los avances tecnológicos necesarios durante los próximos años hacia un modelo económico libre de emisiones. Según el documento, España reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 90% respecto a 1990, lo que implica pasar de los 334 millones de toneladas equivalentes de CO2 emitidas en 2018 a un máximo de 29 en 2050, mientras que el 10% restante lo absorberán los sumideros de carbono, es decir, unos 37 millones de toneladas.
Transversalidad e inversiones
La guía hacia la neutralidad climática se apoya en numerosos factores transversales, con los ciudadanos en el centro de este cambio, generando oportunidades de empleo sostenible, especialmente, en el entorno rural, abordando el reto demográfico, integrando la perspectiva de género desde un enfoque de igualdad y generando sinergias con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Proceso de descarbonización en España
El proceso de descarbonización en España identifica oportunidades económicas y de generación de empleo que supondrán unas inversiones de 750.000 millones de euros y la creación de 300.000 puestos de trabajo al año hasta 2050.
La conservación y ampliación de los espacios naturales también juega un papel fundamental en esta estrategia, gracias a su contribución a la absorción de dióxido de carbono de la atmósfera. El papel de los sumideros de carbono se verá reforzado mediante la reforestación de 20.000 hectáreas al año entre 2020 y 2050, el aumento del 4% de la superficie de tierras forestales, la mejora de la gestión forestal y la restauración y recuperación de 50.000 hectáreas de humedales. De esta forma, se contribuye también a luchar contra la pérdida de biodiversidad y se traduce en el impulso de actividades económicas y la generación de empleo, especialmente, en entornos rurales.
Todo ello repercutirá en los diferentes sectores económicos. En el caso de la agricultura, se experimentará una importante reducción de emisiones, gracias a la mejora de la gestión de cultivos, fertilizantes y estiércoles, a la producción de biogás, a la conservación de suelos, la alimentación del ganado y las rotaciones de cultivos, la digitalización y las tecnologías inteligentes para el riego y la fertilización, así como a la reducción del desperdicio en la cadena alimentaria y al cambio de modelo de los hábitos alimentarios hacia dietas más saludables y equilibradas como la dieta mediterránea.