Podar un árbol consiste en cortar o retirar las ramas secundarias para favorecer un crecimiento más vigoroso y equilibrado. En el caso del nogal, como en los demás árboles productivos, conviene conocer todas las claves para realizar esta labor de forma correcta y contribuir a obtener una mayor cantidad de nueces y que estas sean de mejor calidad.
El nogal es un frutal caducifolio de la familia de las Juglandáceas, que puede alcanzar unos 25 o 30 metros de altura. Su fruto, la nuez, es un alimento probiótico por su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados, antioxidantes, vitaminas y minerales, por lo que los nutricionistas recomiendan su consumo de forma equilibrada.
Tipos de poda del nogal
Por lo general, se recomienda podar el nogal en invierno porque aminora el sufrimiento del árbol, ya que pierde menos savia y reduce el riesgo de contraer enfermedades a través de las heridas ocasionadas. Se pueden diferenciar hasta cinco tipos de poda de nogal: poda de formación, poda de fructificación, poda de producción, poda de renovación o rejuvenecimiento y poda en verde.
Poda de formación
La poda de formación se realiza en los nogales jóvenes, durante los tres primeros años de vida, ya sea en forma de vaso o en eje central. Consiste en despuntar el árbol a una altura aproximada de 1,5 metros, lo que permitirá una amplia ramificación lateral, mientras que una continuará ascendiendo siguiendo el eje central. Al año siguiente, se seleccionarán cuatro brotes ubicados de forma equidistante y orientados hacia los cuatro puntos cardinales, además de retirar las ramas acumuladas en la copa. Esta poda beneficia el crecimiento del árbol, la entrada de luz solar y la productividad futura.
Poda de fructificación
La poda de fructificación se lleva a cabo a partir del cuarto año de vida del nogal, cuando el árbol ya comienza a dar frutos, en busca de una mayor entrada de luz y ventilación dirigida hacia el centro y las ramas principales. Por lo general, se intenta consolidar ocho ramas laterales para optimizar la producción.
Poda de producción
La poda de producción persigue la obtención de la mayor producción de nueces de calidad. Para ello, se retiran las ramas que impiden el paso de la luz y la ventilación, reduciendo el número de ramas laterales hasta un máximo de ocho para que el árbol siga creciendo de forma equilibrada y sana.
Poda de renovación o rejuvenecimiento
La poda de renovación o rejuvenecimiento se realiza por lo general, a partir del décimo año de vida del árbol. El objetivo es renovar la madera no productiva para generar nuevos puntos productivos en la planta. Los expertos aconsejan rebajar el número de ramas gruesas de forma progresiva durante una misma campaña para favorecer la entrada de luz solar.
Poda en verde
La poda en verde se realiza de forma independiente a la edad del árbol, con el objetivo de retirar las ramas más bajas, eliminar los brotes vigorosos pero mal ubicados y despejar la copa para favorecer la entrada de luz. Se recomienda llevarla a cabo durante el verano.
Consejos para la poda del nogal
Para llevar a cabo una correcta poda del nogal, se aconseja el uso de las herramientas adecuadas, que, en función del tamaño y la altura de las ramas, pueden ser tijeras, sierra, motosierra y escalera, además de gafas protectoras, guantes y ropa adecuada. Una vez acabados los trabajos en cada árbol, es muy importante desinfectar las herramientas para evitar posibles contagios.
Las ramas retiradas deben eliminarse de forma segura. Si están sanas, se pueden triturar e incorporar al suelo como materia orgánica; mientras que si no están sanas o tenemos dudas sobre ello, lo ideal es quemarlas como biomasa para una estufa o chimenea.