La poda es el corte parcial o total de las ramas vivas o muertas de una planta. Se trata de una práctica necesaria y beneficiosa para los árboles, que se realiza con determinados fines, principalmente, para eliminar la vegetación sobrante, las ramas dañadas, enfermas o mal situadas; asimismo, para favorecer el crecimiento del árbol y de los frutos, haciéndolo más equilibrado y productivo; además, para mejorar la calidad de la madera, así como para dar una forma y un uso decorativo.
En general, se recomienda realizar la poda durante la época de reposo vegetativo, es decir, en otoño o invierno, dependiendo de si la hoja es caduca, en cuyo caso, es mejor hacerlo tras la caída de la hoja; o si es perenne, para lo cual, se aconseja la fase invernal, coincidiendo con una menor actividad fisiológica.
Tipos de poda del almendro
Para realizar la poda en el almendro hay que tener en cuenta que es un frutal de hoja caduca, característico de la zona mediterránea, aunque se adapta a diferentes condiciones edafoclimáticas. La poda juega un papel muy importante para favorecer la productividad y el vigor del almendro, de ahí que se diferencien cuatro tipos de poda: poda de formación, poda de fructificación, poda de restauración y poda en verde.
Poda de formación
La poda de formación persigue que el árbol adquiera una forma adecuada, creando una estructura consistente, con ramas principales gruesas y fuertes el primer año, pasando a una estructura formada por ramas secundarias durante el segundo año, con el objetivo de obtener un crecimiento equilibrado que favorezca el rendimiento futuro.
Poda de fructificación
La poda de fructificación suele realizarse, generalmente, a partir del cuarto año de vida del árbol, con el propósito de eliminar ramas débiles o muertas, así como retirar prolongaciones, fortaleciendo las ramas secundarias. Es una tarea que conviene realizar con cuidado para no influir en el equilibrio del árbol.
Poda de restauración
La poda de restauración se lleva a cabo cuando el árbol ya es maduro y se necesita reiniciar el ciclo de producción, una vez que las ramas han ido envejeciendo y perdiendo fuerza, así como cuando ha padecido alguna enfermedad o no han recibido los cuidados adecuados. En este caso, es una poda más agresiva que, de no realizarse bien, puede acabar con la planta; por el contrario, si se ejecuta correctamente, el almendro recuperará su vigor y sus ramificaciones comenzarán a dar frutos de calidad nuevamente.
Poda en verde
La poda en verde se denomina así porque suele efectuarse durante los meses de mayo y junio, después de la época de floración y la recogida del fruto, con el objetivo de eliminar los brotes que se han desarrollado en el último año para que no se produzca una ramificación excesiva que reste equilibrio y provoque la pérdida de vigor del almendro.
Consejos para una óptima poda del almendro
Para llevar a cabo la poda de forma correcta y en el momento idóneo, es recomendable efectuarla en la época que le corresponde, evitando desequilibrar el árbol, así como un sufrimiento en exceso, de ahí la importancia de hacerlo en el momento de reposo o menor actividad vegetativa. Además, es conveniente revisar los árboles de forma continua para observar lo antes posible cualquier cambio que pueda afectar a su desarrollo y vigilar el adecuado crecimiento de las ramas. Es fundamental contar con apoyo y asesoramiento especializado para garantizar el éxito de las labores de poda y los objetivos que persigue en cada momento.