España dispone de casi 17 millones de hectáreas dedicadas a diferentes cultivos agrícolas en un sector que se enfrenta a una serie de retos a corto y largo plazo: una óptima gestión de los recursos, entre ellos, el agua, para incrementar la producción de alimentos de la forma más sostenible; la necesaria implantación de las energías renovables para abaratar los costes de producción; y garantizar el relevo generacional, facilitando el acceso de la tierra a la población joven, pues en la actualidad, el 41% de los propietarios son mayores de 65 años, mientras que el 4% tiene menos de 35 años, según datos del INE.
Para realizar esta transición, es importante conocer la situación de la agricultura española analizando la estructura de las explotaciones agrícolas, las operaciones de compraventa e inversiones que se están realizando en el sector, el papel que desempeña el arrendamiento, el perfil de los propietarios de las fincas, así como el precio del suelo.
El envejecimiento de los propietarios de explotaciones agrícolas está aumentando el número de transmisiones de fincas rústicas provocando una polarización en la dimensión de las explotaciones, pues se ha incrementado casi un 8% el número de aquellas con más de 100 hectáreas y un 44,5% las que cuentan con menos de una hectárea.
Usos del suelo
En la actualidad, en España hay 2,2 millones de hectáreas sin aprovechamiento y otras 94.000 clasificadas como abandonadas. Según los expertos, hay una tendencia creciente de superficie sin explotar motivada por los minifundios, la fragmentación del suelo debido a los procesos de sucesión por herencia y la desconexión entre el campo y la ciudad, mientras que existen nuevas oportunidades para estas tierras, de la mano de los créditos de carbono o la biomasa, entre otras.
España cuenta con más de 914.800 explotaciones, según las cifras que maneja el INE (2022), lo que significa que se han perdido 164.600 explotaciones y 4,1 millones de hectáreas desde 2005. El tamaño medio de una explotación agraria española es de 26,37 hectáreas. Hay que tener en cuenta que la mayoría, el 51% del total de las explotaciones, cuenta con menos de 5 hectárea; el 26% se encuentra entre 5 y 20 hectáreas; y sólo el 6% supera las 100 hectáreas.
Perfil del agricultor
El 94% de los titulares de explotaciones agrarias son personas físicas mientras que el 6% restante son personas jurídicas, entre las que se incluyen las cooperativas y las entidades públicas. Además, cerca de un 40% de la superficie agraria útil de España se explota en régimen de arrendamiento, una figura que ha crecido un 32% en el último año. Y otro dato destacado: en los últimos seis años, el campo española ha perdido 18.500 agricultores registrados como autónomos en España, al pasar de 235.451 en 2016 a los actuales 220.113. Este dato, junto al de la elevada edad media de los propietarios de las explotaciones, ponen de relieve la necesidad de abordar el desafío del relevo generacional en el campo español.
Por otro lado, el precio medio de la tierra para uso agrario es de 10.180 euros por hectárea en 2021, lo que supone un aumento de 56 euros por hectárea en comparación con el año anterior. Canarias es la comunidad autónoma con el precio del suelo agrícola más caro, con 79.001 euros por hectárea de media, mientras que Extremadura es la que cuenta con el más barato, con 4.724 euros por hectárea. Por tipos de cultivo, el invernadero lidera el ranking de precios con 216.085 euros por hectárea y el uso para aprovechamientos es el más bajo, con 4.524 euros por hectárea.
El campo atrae inversiones
El atractivo inversor que despierta el sector agrícola español se refleja en las operaciones de compraventa registradas. En 2022, el mercado de fincas ha contabilizado más de 437.300 transmisiones, según los datos de Estadística de Transmisión de los Derechos de la Propiedad del INE. Además, según un informe de Valoral Advisors, que analiza la evolución de las inversiones que se han realizado en el sector agrícola español por parte de los fondos de inversión tanto nacionales como internacionales, en los últimos 17 años, el número de estos vehículos de inversión especializados en agricultura se ha multiplicado por más de 20 veces. En la actualidad, operan en España cerca de 900 fondos con activos bajo gestión que rondan los 140.000 millones de dólares.
