La directora general de Agbar Agriculture, Marina Palacios, ha puesto en valor la tendencia al alza de la revolución tecnológica y digital como principal materia prima para resolver los retos presentes y futuros del sector agroalimentario, durante su participación en Barcelona New Economy Week (BNEW) 2022, el pasado 6 de octubre.
Marina Palacios ha intervenido en este evento considerado estratégico en el ámbito internacional por abordar los principales desafíos a los que se enfrenta la sociedad en materias como la sostenibilidad, la movilidad, el talento o la inversión, entre otros, que se ha desarrollado entre los días 3 y 9 de octubre, y que ha supuesto su primera participación pública como nueva directora general de Agbar Agriculture.
Palacios ha tomado parte en una sesión titulada ‘Agroindustria 4.0. La revolución tecnológica’, orientada a analizar las ventajas de utilizar el internet de las cosas (IoT) en la agricultura, a través del uso de drones y big data, de forma que pueda facilitar y anticipar la toma de decisiones a los productores. Junto a ella, han participado Juan Bachiller, Lead Motion Spain Manager de Asea Brown Boveri; Hadar Ayxandri, responsable de Desarrollo de Negocio de Ebredrone; Víctor Cantón, CEO de Enkitek; Marc Capilla, CEO de Fliwer; y Jesús Pablo González, director de Innovación de Eurecat.
La directora general de Agbar Agriculture explicó el origen de la revolución digital de la industria agroalimentaria, como respuesta al desafío de alimentar a la población mundial creciente optimizando el uso de los recursos para poder hacerlo de forma sostenible y sin alterar el equilibrio con nuestro entorno, a la vez que sea viable desde el punto de vista económico, social y medioambiental.
Para ello, hay que tener en cuenta la actual coyuntura, apuntó, recordando la elevada inflación y el incremento de los costes de las materias primas y de la energía, así como las variables medioambientales, con una pertinaz sequía y los fenómenos extremos de calor que se están agudizando y que han agravado el problema de la escasez de agua.
En este contexto, Marina Palacios abogó por impulsar la tecnología y la digitalización como herramientas fundamentales para afrontar los retos del sector agroalimentario y “producir alimentos usando menos suelo, menos agua, menos energía y menos mano de obra”, para lo que recordó que “es necesario que el sector público y privado unan fuerzas y trabajen conjuntamente”.
Al igual que la Humanidad fue capaz de llevar al hombre a la Luna en 1962, ahora le toca ‘remangarse’ con los actuales desafíos, apoyándose nuevamente en los avances tecnológicos “para construir el futuro del sector agroalimentario” y optimizar tareas como “automatizar el riego y la fertilización; monitorizar los cultivos mediante satélites, drones y sensores; aprovechar y compartir la información obtenida por el big data y desde las herramientas de inteligencia artificial; facilitar plataformas de gestión digital de las explotaciones; sacar el máximo provecho de la agricultura de precisión; y controlar la trazabilidad y la calidad garantizando la transparencia al consumidor”.
De esta forma, se pondrá al alcance del sector, según señaló Palacios, una gestión óptima de los recursos, se facilitará la toma de decisiones, reduciendo el margen de error y mejorando la planificación de la cosecha, la prevención de plagas y enfermedades, anticipando las necesidades agronómicas del cultivo, lo que reducirá los costes de producción, incrementará la productividad y mejorará la rentabilidad de las cosechas.