El precio del agua varía en función de la zona de cultivo, según su disponibilidad. El sistema utilizado para efectuar el riego también determina el grado de eficiencia del agua que retiene la planta por cada metro cúbico aportado, siendo el goteo el más eficiente, con el 95%, frente al 85% de la aspersión, y tan sólo entre el 30 y el 50% en el caso del riego inundable.
Una investigación efectuada por especialistas de las universidades de California y Córdoba (UCO), con el catedrático de Producción de Vegetal Elías Fereres a la cabeza, ha logrado calcular la cantidad de agua que se usa en el cultivo del almendro para obtener la máxima productividad, gracias al trabajo desarrollado durante cinco años a base de experimentos en 80 parcelas de almendros, sometidas a diferentes cantidades de agua y en una finca en el sur del Valle de San Joaquín de California, una zona de clima muy similar al Valle del Guadalquivir pero con mucha menos lluvia anual (100 milímetros, es decir, 100 litros de agua por metro cuadrado).
El estudio, que determina las respuestas de rendimiento y productividad del agua y de la almendra a los déficits de riego, afirma que para que el cultivo de almendro ofrezca su rendimiento máximo, que ha cifrado en 4.000 kilos de pepita por hectárea, de la variedad Non Pareil, se necesitan 12.500 metros cúbicos de agua por hectárea; a medida que se reduce la aportación de riego por debajo de esta cifra, disminuye el volumen de producción, aunque aumenta la productividad del agua, de ahí que ese sea el régimen de riego óptimo para este tipo de clima, según los datos de la investigación, cuyo extracto se ha publicado en la web de la UCO.
Esta investigación, publicada recientemente en la revista Irrigation Science, permite al agricultor planificar las necesidades de agua para riego con suficiente margen de tiempo y, durante periodos de sequía, le ayuda tomar decisiones más acertadas sobre si debe comprar agua, si ha de utilizar el agua de pozos de su propiedad o construir otro nuevo; o incluso si debe diversificar y compartir el agua disponible con otros cultivos.
Según el investigador de la UCO Elías Fereres, coautor del estudio, los agricultores californianos dedicados a la explotación de almendro ya están usando esta información para regar en las cantidades adecuadas y lograr la máxima productividad. El catedrático destaca que desde hace años se están llevando a cabo investigaciones similares en Córdoba por parte de un equipo conjunto de la universidad, el Instituto de Agricultura Sostenible del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), cuyas conclusiones se conocerán muy pronto y arrojarán luz sobre lo que puede considerarse como el ‘santo grial’ del cultivo de almendro.
Por su parte, los estudios realizados por el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias, Cataluña), revelan que la producción aumenta exponencialmente en relación a la edad de los árboles (en los primeros 10 años) y con la cantidad de agua de riego, pudiendo llegar a producciones de 3.000 kilos de grano por hectárea con dotaciones de 7.500 metros cúbicos por hectárea y año y marcos de plantación tradicionales.
En la actualidad, el 86% de la superficie de almendro que se cultiva en España se lleva a cabo en régimen de secano y, en muchos casos, con secanos duros de menos de 300 milímetros de lluvia anuales (zonas de Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía). Por lo tanto, en estas extensas zonas, la productividad sigue siendo muy baja y no supera los 100 kilos de grano por hectéarea, según los datos del Ministerio de Agricultura (2018), lo que da pie a un gran margen de mejora.
Muchas de las plantaciones que se han realizado hasta ahora en regadío en España obtienen bajas producciones debido a las reducidas dotaciones de riego, pues muchas confederaciones hidrográficas limitan el agua para el cultivo del almendro, y a un manejo agronómico deficiente, por lo que la media productiva española actual en regadío no supera los 1.800 kilos de grano por hectárea (Ministerio de Agricultura, 2019), lo que incide en el potencial que posee este cultivo de alto valor, más aún, teniendo en cuenta la tendencia creciente del regadío en el almendro, pues en los últimos cinco años, se ha duplicado el número de hectáreas de almendro en España y, de ellas, las que cuentan con regadío han pasado de representar el 5% hasta alcanzar el 14%, lo que supone casi el triple.
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