¿Sabías que para beneficiarte de un ciclo de agua eficiente en tu espacio de cultivo es imprescindible que instales un depósito de agua para el riego? Y más aún si vives en una zona seca, donde la lluvia está considerada como un bien muy preciado, un verdadero regalo.
Mediante este artículo, el equipo de profesionales de Suez pretende explicarte qué son exactamente los depósitos de agua para el riego y qué beneficios supone disponer de uno, así como los tipos de materiales que los componen y las capacidades más comunes que se comercializan en la actualidad.
Mediante este artículo, el equipo de profesionales de Suez pretende explicarte qué son exactamente los depósitos de agua para el riego y qué beneficios supone disponer de uno, así como los tipos de materiales que los componen y las capacidades más comunes que se comercializan en la actualidad.
¿Qué es un deposito de agua para el riego?
¿Alguna vez has pensado en las consecuencias de que se interrumpa el suministro regular de agua que abastece tu cultivo? Los depósitos de agua para el riego se idearon, entre otras funciones, para hacer frente a este tipo de circunstancias.
Se trata de unos contenedores cuya función es la de almacenar, principalmente, las aguas pluviales y utilizarlas para solucionar posibles incidencias en el suministro de agua. La instalación de un depósito de agua es imprescindible porque permite combatir cualquier problema de abastecimiento puntual que pueda surgirte en tu huerto o en instalaciones de riego de mayores dimensiones. También contribuye a la optimización de recursos, repercutiendo directamente en un ahorro considerable en los gastos asociados a tu actividad agrícola. De hecho, el líquido que acumulan de forma natural y gratuita los depósitos se considera agua reciclada para el riego. Es decir, puedes contar con el agua de la lluvia que has almacenado para regar tu plantación, ahorrar en tu factura y contribuir al respeto por el medioambiente.
Se trata de unos contenedores cuya función es la de almacenar, principalmente, las aguas pluviales y utilizarlas para solucionar posibles incidencias en el suministro de agua. La instalación de un depósito de agua es imprescindible porque permite combatir cualquier problema de abastecimiento puntual que pueda surgirte en tu huerto o en instalaciones de riego de mayores dimensiones. También contribuye a la optimización de recursos, repercutiendo directamente en un ahorro considerable en los gastos asociados a tu actividad agrícola. De hecho, el líquido que acumulan de forma natural y gratuita los depósitos se considera agua reciclada para el riego. Es decir, puedes contar con el agua de la lluvia que has almacenado para regar tu plantación, ahorrar en tu factura y contribuir al respeto por el medioambiente.
Tipos de depósitos de agua para el riego
Actualmente existe una gran variedad de depósitos de agua para el riego, clasificándose en función de su capacidad y de los tipos de materiales que se han utilizado para su fabricación. Así, algunos de los modelos más habituales en terrenos agrícolas y recomendados por los especialistas, son:
Depósitos para el riego metálicos. Se trata de depósitos fabricados con chapas de acero corrugadas y galvanizadas, que garantizan la resistencia a la corrosión. Son más económicos que la mayoría de depósitos de agua para riego, ya que la obra y el tiempo de instalación son escasos y sin mucha dificultad. Una de las mayores ventajas de los depósitos para el riego metálicos es que puedes aumentar o disminuir su capacidad cuando quieras, así como montarlo y volverlo a montar en otro lugar.
Depósitos de polietileno para el agua. Los contenedores elaborados con polietileno de alta densidad y poliéster con fibra de video son los que más se recomiendan actualmente, ya que se ha comprobado que resultan más resistentes a la hora de entrar en contacto con sustancias corrosivas presentes en los fertilizantes y otros tratamientos característicos del riego agrícola. Existe una amplia gama de depósitos de polietileno en el mercado, con diferentes capacidades y formas, para que se ajusten a la perfección a tus necesidades.
Depósitos prefabricados de hormigón. Normalmente este tipo de estructuras se construyen sobre el terreno, sin necesidad de ningún tipo de refuerzos en la cara exterior, aunque también pueden enterrarse total o parcialmente. Los contenedores prefabricados de hormigón son muy resistentes a las inclemencias climatológicas y permiten mantener el agua de lluvia protegida de factores ambientales, así como evitar cualquier pérdida por evaporación. Sin duda, es una de las soluciones más rápidas, sencillas y económicas.
Depósitos flexibles para el agua. Suponen una medida eficiente para recoger las aguas pluviales de fácil instalación, bajo coste y de gran capacidad de almacenamiento. Las cisternas pueden instalarse según tus requerimientos, tanto en exterior como en interior. Gracias a los depósitos flexibles, normalmente puedes recuperar hasta 100.000 litros de agua de lluvia. En resumen, resultan una buena opción para almacenar agua potable de forma temporal.
Depósitos de polietileno para el agua. Los contenedores elaborados con polietileno de alta densidad y poliéster con fibra de video son los que más se recomiendan actualmente, ya que se ha comprobado que resultan más resistentes a la hora de entrar en contacto con sustancias corrosivas presentes en los fertilizantes y otros tratamientos característicos del riego agrícola. Existe una amplia gama de depósitos de polietileno en el mercado, con diferentes capacidades y formas, para que se ajusten a la perfección a tus necesidades.
Depósitos prefabricados de hormigón. Normalmente este tipo de estructuras se construyen sobre el terreno, sin necesidad de ningún tipo de refuerzos en la cara exterior, aunque también pueden enterrarse total o parcialmente. Los contenedores prefabricados de hormigón son muy resistentes a las inclemencias climatológicas y permiten mantener el agua de lluvia protegida de factores ambientales, así como evitar cualquier pérdida por evaporación. Sin duda, es una de las soluciones más rápidas, sencillas y económicas.
Depósitos flexibles para el agua. Suponen una medida eficiente para recoger las aguas pluviales de fácil instalación, bajo coste y de gran capacidad de almacenamiento. Las cisternas pueden instalarse según tus requerimientos, tanto en exterior como en interior. Gracias a los depósitos flexibles, normalmente puedes recuperar hasta 100.000 litros de agua de lluvia. En resumen, resultan una buena opción para almacenar agua potable de forma temporal.
¿Qué capacidades de depósitos de agua para el riego existen?
Por lo que respecta a las capacidades, cabe mencionar que hay una gran diversidad de diámetros y formas disponibles en el mercado, aunque las más comunes son: los depósitos de agua para riego de 500 litros, los depósitos de agua para riego de 1.000 litros, los depósitos de agua para riego de 2.000 litros, los depósitos de agua para riego de 5.000 litros y los depósitos de agua para riego de 10.000 litros.
Ahora que ya te hemos facilitado toda la información necesaria para que te conviertas en un verdadero experto en la materia, puedes decidir, con todo el criterio posible, cuál es el tipo de depósito de agua para riego que mejor se adapta a las necesidades de tu cultivo.