La campaña de almendra 2022/2023 en España está experimentando una reducción de entre un 30 y un 50% respecto a las estimaciones iniciales, que preveían algo más de 120.000 toneladas. Las causas de este descenso es la caída en el rendimiento por árbol, debido a la sequía y la falta de recursos hídricos, principalmente. A ello se suma un menor calibre del fruto y los problemas de calidad provocados por las lluvias registradas en mayo y junio, que contribuyeron a la proliferación de enfermedades fúngicas, reduciendo la cantidad de frutos y el calibre.
En las primeras semanas de recolección, el precio tampoco está acompañando y las cotizaciones en origen se encuentran por debajo de los costes de producción, según han lamentado las organizaciones agrarias, lo que contrasta con el menor volumen de la cosecha. En las últimas semanas, la almendra Comuna se ha comercializado a 2,6 euros por kilo en pepita, frente a los 3,5 euros por kilo del año pasado, un 25% menos; a su vez, la almendra ecológica registra un descenso del 35%, pues el año pasado se cotizaba a 7,25 euros el kilo y en la actualidad se comercializa en origen a 4,8 euros por kilo.
Importancia del riego poscosecha en almendro
Algunas de las fases fenológicas más importantes del almendro tienen lugar en primavera (el desarrollo de las yemas, la floración, el cuajado, el engorde del fruto, el crecimiento del árbol, etc.), el cultivo de almendro es más sensible a la escasez de recursos hídricos en la época primaveral y más resistente durante el verano.
Por ello, la aplicación de riegos poscosecha en almendro se considera fundamental, ya que se ha demostrado que tiene un efecto directo favoreciendo el incremento de la producción de la campaña siguiente.
El riego poscosecha en almendro consiste en dar un último riego una vez recogido el fruto y antes de que se produzca la caída de las hojas. De esta forma, el árbol acumula reservas que serán de gran utilidad al inicio de la siguiente campaña.
Los riegos poscosecha se llevan a cabo para poder aplicar un último abonado antes de que las plantas pierdan las hojas y que, a través del agua, los árboles puedan absorber micro y macronutrientes. Este riego, por tanto, suele ser relativamente pequeño, pero acompañado de micronutrientes teniendo en cuenta los resultados de análisis foliares realizados en verano. Esto tendrá un efecto directo en la calidad de la floración de la primavera siguiente. El agua es necesaria para facilitar que estos nutrientes entren en las plantas a través del sistema radicular.
Por lo general, la cantidad de yemas de flor se determina en julio, pero es durante la primavera siguiente cuando estas yemas se desarrollan formando las flores. Los árboles necesitan acumular los macro y micronutrientes necesarios para que, a principios de primavera, estos elementos se puedan movilizar dentro de la planta y lleguen a las yemas. Que las flores, polen y pistilos sean de calidad es vital para que la polinización y cuajado sea un éxito, ya que esto determinará el número de frutos final y kilos de producción.
El momento para aplicar el riego poscosecha es durante el mes de septiembre, después de la cosecha y antes de que los árboles pierdan las hojas. Si este riego se aplica muy tarde (en noviembre), el árbol ya estaría en parada vegetativa y no podría acumular los nutrientes en la madera. Y si el aporte de fertilizante necesario para una floración de calidad se hiciese en primavera, el cultivo no tendría tiempo de asimilar y transportar los nutrientes a las yemas.
Para una adecuada aplicación del riego poscosecha en almendro, es necesario contar con el apoyo y el asesoramiento de especialistas como AGBAR AGRICULTURE, cuyos técnicos, expertos el desarrollo de cultivos leñosos de alto valor como el almendro, le ayudarán con la planificación y la aplicación de las dosis de riego óptimas en su explotación, en función de las necesidades concretas y de la humedad del suelo, de forma que mejorará la productividad y la rentabilidad del cultivo.