Una correcta fertilización del cultivo de almendro se considera muy importante porque proporciona una óptima productividad siempre que exista un equilibrio con el resto de factores que integran la gestión y el manejo agronómico del mismo, lo que redundará en una mejor calidad del producto y una mayor longevidad de la plantación, otorgando de esta forma un incremento de la rentabilidad.
Para realizar una adecuada fertilización en el cultivo de almendro, es conveniente tener en cuenta los tipos de nutrientes que necesita, es decir, qué cantidades concretas se deben aportar para que el árbol crezca de forma saludable.
Los nutrientes más utilizados para una correcta fertilización en el cultivo de almendro son el manganeso, el boro, el zinc, el cloro, el cobre, el hierro, el molibdeno, el calcio, el nitrógeno, el magnesio, el potasio, el fósforo y el azufre.
Previamente a la aplicación de fertilizantes en el cultivo de almendro, es necesario realizar un estudio previo para conocer el estado del suelo y cuáles son las carencias (estructura, contenido en minerales y capacidad de drenaje, principalmente) para aportarle todo aquello que necesita.
Para una aplicación óptima de los fertilizantes en almendro es muy importante disponer de un sistema de fertirriego, de forma que se facilita la aportación de nutrientes en el momento y la cantidad más idóneos.
Entre los factores que hay que tener en cuenta para llevar a cabo una correcta fertilización del almendro se encuentran la edad de plantación, en busca de un crecimiento y un desarrollo adecuados de la planta; el objetivo de producción, pues se necesitan más nutrientes si se persigue una mayor cantidad de kilos de fruto; y las características de la plantación, es decir, el marco de plantación con el que se está cultivando.