El auge del cultivo de aguacate en España lo ha llevado a que sea denominado como el nuevo ‘oro verde’ por su excelente aceptación en el mercado europeo, principalmente, convirtiéndose en los últimos años en un cultivo de alto valor por méritos propios. Por ello, es tan importante maximizar su rendimiento y uno de los elementos fundamentales para conseguirlo pasa por llevar a cabo un óptimo plan de fertilización, acorde con las necesidades de la explotación en cada momento.
Factores que afectan al cultivo de aguacate
Para advertir estas necesidades, el agricultor debe conocer una serie de factores acerca de la finca, principalmente, las condiciones y el estado del suelo, la climatología, así como la disponibilidad y la necesidad de agua en cada época del año.
A partir de ahí, el cultivo le ‘habla’ al productor, de forma que muestra los requerimientos nutricionales que necesita, mediante un análisis foliar y del estado fenológico de los árboles, y que, comúnmente, se centran en aportes de nitrógeno, fósforo, potasio y, en menor medida, magnesio, calcio, azufre, manganeso, cobre, cloro, molibdeno, zinc, hierro y boro.
Requerimientos nutricionales para la fertilización del aguacate
La cantidad de nitrógeno que debe aplicarse varía en función de la edad del árbol y de la época del año y se suele dividir en varias dosis a lo largo de la temporada de crecimiento del fruto y durante los periodos de crecimiento de las raíces, las flores y los aguacates. En caso de deficiencia de nitrógeno, el crecimiento es desigual y el fruto se atrofia. Si se aplica en exceso, provoca un crecimiento excesivo de brotes y de la madera, reduciendo la cantidad y la calidad de la cosecha.
El fósforo es imprescindible para los procesos de respiración y de metabolismo energético, participando en las tareas de fotosíntesis, glicólisis, síntesis de proteínas y ácidos grasos. El momento idóneo para su aplicación es en la época de crecimiento activo de las raíces, coincidiendo con el de mayor capacidad de absorción. Su carencia produce defoliación y decaimiento de brotes, signos difíciles de detectar, mientras que el exceso puede provocar deficiencias de hierro y reducir la absorción de zinc, cobre y magnesio.
El potasio es un nutriente fundamental para la calidad del fruto, que favorece el uso eficiente del agua, y que suele aplicarse entre mayo y enero, coincidiendo en el momento en el que más lo demanda el fruto. La falta de potasio puede defoliar las ramas superiores, ya que reduce la tasa fotosintética y la eficiencia del agua de riego. El exceso de potasio, por su parte, puede provocar un descenso en los niveles de calcio y magnesio.
Otro elemento importante para una correcta fertilización del cultivo de aguacate es el calcio, un micronutriente indispensable para mantener la integridad y estabilidad de la pared y membrana celular, haciéndose necesario aumentar su grado de penetración en las hojas y posterior transporte hacia el fruto. La falta de calcio provoca alteraciones postcosecha en el fruto, mientras que el árbol puede atrofiarse por falta de desarrollo radicular y el cultivo es más propenso a enfermedades y al rajado del aguacate.
