Cultivo del olivo
ASESORAMIENTO PARA EL CULTIVO DEL OLIVO
En Agbar Agriculture, le ofrecemos nuestros servicios de asesoramiento especializado y personalizado para incrementar la productividad y la rentabilidad de su cultivo de olivo, optimizando los recursos y las tareas en cada fase del proyecto, desde la plantación hasta la recogida de la cosecha. Nuestro trabajo es una garantía de éxito en su cultivo de olivo.
NUESTRO SERVICIO DE ASESORAMIENTO
Este servicio de asesoramiento integral se enmarca dentro de nuestras soluciones para impulsar un modelo de agricultura rentable y sostenible, nuestras denominadas Soluciones Integrales HECUS (High Efficiency Cultivation System), que se enfocan en el asesoramiento agronómico de cultivos leñosos de alto valor:
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Visitas técnicas: plagas, enfermedades, nutrición, recolección.
Utilizamos las herramientas tecnológicas y de digitalización más avanzadas durante nuestras visitas a campo para recopilar los datos y su posterior análisis; de esta forma, facilitamos el mejor asesoramiento posible en la toma de decisiones para la prevención y el control de plagas y enfermedades, así como para aplicar los productos necesarios para que el suelo y la planta tengan los nutrientes necesarios en cada fase vegetativa y conocer el momento óptimo para llevar a cabo la recogida de la cosecha.
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Poda y formación.
Le asesoramos en las tareas de poda para mantener su cultivo de olivo en perfecto estado de salud, prolongando su longevidad comercial y mejorando su rendimiento para lograr la mayor eficiencia posible.
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Recomendaciones y planificación de riego
Analizamos de forma continua el estado del suelo y de la planta para conocer su situación y las necesidades de riego en cada etapa del cultivo, ayudándole a diseñar y ejecutar un correcto plan de riego que optimice los recursos hídricos disponibles para maximizar la producción.
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Planes de abonado
Con la recogida de datos y las visitas que realizamos en su finca, le ayudamos a obtener un excelente desarrollo del cultivo de olivos, gracias a nuestras recomendaciones técnicas que contemplan y optimizan el mejor programa posible de nutrición para la explotación en función de cada fase de desarrollo del cultivo.
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Planes analíticos: agua, suelo, foliar, fertilizantes.
Llevamos a cabo diagnósticos para determinar la situación y las posibles necesidades de agua o nutrientes del suelo y la planta en cada momento con el objetivo de obtener el mejor rendimiento posible optimizando el uso de los recursos.
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Punto óptimo de recolección
Gracias a la experiencia de nuestros técnicos y a la recopilación continua de datos sobre el estado de la explotación, le asesoramos para que inicie la recogida de la cosecha en el momento más adecuado para optimizar la productividad y reducir al máximo las posibles mermas durante la fase de recolección.
VENTAJAS
- Le ayudamos a optimizar los recursos disponibles.
- Le asesoramos a gestionar tu explotación de forma más eficiente.
- Con nuestros servicios, contribuimos a aumentar la producción y la rentabilidad de su explotación.
- Obtendrá más calidad en la producción y una mayor seguridad alimentaria.
- Con nuestra ayuda contará con una mayor ventaja competitiva respecto a la competencia.
- Le proporcionamos un ahorro en los costes de producción.
CARACTERÍSTICAS DEL CULTIVO DEL OLIVO
El olivo es un cultivo cuya superficie continúa aumentando en España y mantiene su evolución ascendente, lo que lo sitúa como una alternativa muy rentable en amplias zonas de la Península Ibérica, principalmente, en aquellas que cuentan con recursos hídricos suficientes, pues aún queda un amplio margen de mejora en el establecimiento y optimización de un sistema de riego, ya que, en la actualidad, un tercio (31,6%) del total de la superficie dedicada a olivar en España se cultiva en régimen de regadío.
Asimismo, a la hora de mejorar la productividad, es fundamental tener en cuenta el marco de plantación, la variedad de olivo plantada y la optimización y modernización de las tareas agronómicas. En la actualidad, el sistema tradicional de cultivo de olivar es el más extendido en España, con una baja densidad, entre 80 y 120 árboles por hectárea, con una elevada media de edad. Sin embargo, existe una tendencia hacia la implantación de métodos de cultivo intensivos y superintensivos, asociados a explotaciones más grandes. Una evolución que se estima que, en 2030, sitúe el sistema intensivo en torno al 22% del total del área de los cultivos de olivar, mientras el superintensivo representará el 23%.
El mercado mundial de aceite de oliva arroja buenas perspectivas de futuro, con una demanda creciente, lo que se traduce en unas cotizaciones al alza para los productores españoles, que están reconocidos entre los de mayor calidad y seguridad alimentaria. El cultivo del olivo, además, contribuye a fijar la población al territorio y, por tanto, contribuye a luchar con la despoblación en el ámbito rural.
RETOS DEL CULTIVO DEL OLIVO
El cultivo de olivo ha experimentado un paso adelante en su necesaria modernización en los últimos años, aunque aún queda un largo camino por recorrer, principalmente, en implantación y mejora de sistemas de riego, optimización de los marcos de plantación, rejuvenecimiento del conjunto del olivar nacional y mecanización de las labores para reducir los costes.
En la actualidad, hay 198 países productores de aceite de oliva en el mundo, mientras que el número de consumidores es de 66. Este dato pone de relieve la importancia de aumentar la diferenciación, apostar por la sostenibilidad, no solo económica, sino también social y medioambiental de los cultivos, lo que implica impulsar los sistemas de producción más intensivos, eso sí, con la mayor eficiencia posible en el uso de los recursos, sobre todo, el agua, además de fomentar el aprovechamiento de la biomasa y los subproductos procedentes del olivar y mejorar las herramientas de comercialización del aceite de oliva.
GESTIÓN DE LA FINCA DE OLIVAR
El cultivo óptimo del olivo requiere de unas condiciones específicas sobre las que Agbar Agriculture lleva años trabajando para maximizar los resultados. La empresa ayuda a los productores a gestionar su explotación de forma eficiente, incrementando la rentabilidad del cultivo y la calidad del fruto, con el mayor ahorro de costes posible.
Hay que tener en cuenta que el olivo es un árbol que, en España, se cultiva históricamente en la cuenca mediterránea, aunque cada vez hay más zonas de expansión. Se trata de un cultivo de hoja perenne, con la capacidad de dar frutos durante siglos, aunque, a partir de cierta edad, se reduce la productividad y la calidad del fruto. Posee una alta tolerancia a las bajas temperaturas, eso sí, que no sean inferiores a los -10 grados centígrados, así como a periodos prolongados de sequía, mientras que el factor climático que más le daña es el viento.
A la hora de sembrar un cultivo de olivos hay que tener en cuenta el marco de plantación, que se elegirá en función de nuestro tipo de explotación, si contamos con un sistema de riego, así como con maquinaria para la recogida del fruto. Además de los beneficios que aportan los recursos hídricos para aumentar la productividad y la calidad de la aceituna, es muy importante la cantidad de horas de luz solar que recibe al año, lo que redundará en una menor incidencia de enfermedades y plagas.
Hay que considerar, si contamos con regadío, la plantación se puede llevar a cabo durante todo el año, evitando tanto los meses más calurosos como los más fríos; mientras que, si se trata de una explotación de secano o con riego de apoyo, es recomendable sembrar en otoño. Además, es esencial preparar de forma óptima el terreno y elegir el mejor tipo de cultivo y variedad, adaptado a las condiciones del suelo, tareas en las que Agbar Agriculture está especializada y atesora años de experiencia.
- RIEGO DEL OLIVO
- PODA DEL OLIVO
- RECOLECCIÓN DEL OLIVO
RIEGO DEL OLIVO
El cultivo de olivo no requiere grandes cantidades de agua, como ocurre con otras explotaciones. Sin embargo, la aportación de las dosis óptimas en los momentos adecuados de cada fase del cultivo evita el estrés hídrico, garantizan un mayor volumen de producción y aumenta la calidad.
El periodo crítico en cuanto a necesidades hídricas del olivar se sitúa entre la prefloración y la maduración, que, habitualmente, coincide con el de mayor escasez pluviométrica. Los requerimientos de agua varían en función de los parámetros de la plantación (marco de plantación y tamaño de los árboles), las características y condiciones del suelo en cada momento, la climatología de la zona.
Desde Agbar Agriculture, le ofrecemos una amplia variedad de soluciones de riego para ajustarnos a sus necesidades y a las de su cultivo de olivar.
Para el abonado, se debe tener en cuenta la capacidad de absorción de los olivos recién plantados para que no se pierdan nitratos, por lo que se recomiendan menores dosis, pero con mayor frecuencia. Por lo general, los sistemas de plantación intensivos alcanzan su máxima producción a partir del séptimo año, mientras que en los marcos de plantación en seto se alcanza a los 4 años.
PODA DEL OLIVO
Los expertos aconsejan podar el olivo en el momento en el que se da una menor actividad vegetativa, manteniendo el equilibrio entre las funciones vegetativas y reproductivas. El objetivo de la poda del olivar es aumentar la productividad sin mermar la vitalidad de los árboles, acortar el periodo improductivo en las plantaciones más jóvenes, prolongar la época productiva y retrasar el envejecimiento del árbol.
Se diferencian tres tipos de poda: la poda de formación, que se lleva a cabo en los primeros años de vida para orientar la formación del árbol de modo que sus aceitunas puedan recogerse de manera más cómoda para el agricultor; la poda de producción, que se realiza en la época en la que el olivo avanza desde la juventud a la edad adulta para aumentar la radiación solar en la copa y mejorar la calidad de los frutos, retirando las ramas más antiguas para dejar paso a las más jóvenes; y la poda de regeneración, que busca prolongar la vida útil del olivo para continuar cosechando frutos en cantidad y calidad suficiente para que el cultivo sea rentable, y que se efectúa cuando empiezan a apreciarse los primeros síntomas de envejecimiento, ayudando al árbol a que tenga nuevos brotes y mantenga la calidad de su aceite de oliva.
Para una correcta poda del olivo, se recomienda el uso las herramientas adecuadas, así como realizar el corte de forma limpia, sin irregularidades para no provocar heridas en el árbol. En el caso de que ocurra, conviene utilizar una masilla cicatrizante para sellarlas, evitando futuras infecciones. Asimismo, es aconsejable utilizar la biomasa procedente de la poda, con un gran valor energético para las calefacciones.
RECOLECCIÓN DEL OLIVO
Según el lugar donde se encuentre la producción de su cultivo de olivo, la fecha para llevar a cabo la recogida de la aceituna se verá afectada. Sin lugar a duda esta suele ser la etapa más gratificante del proceso del cultivo del olivo. En esta época es donde mejor se visualiza todo el trabajo que se ha aplicado previamente.
En la etapa de recolección del olivo se podrá observar la garantía del resultado positivo que Agbar ofrece a sus clientes. Nuestros expertos saben cuándo es el momento perfecto para llevar a cabo este proceso, según la plantación y las características.
RIEGO DEL OLIVO
El cultivo de olivo no requiere grandes cantidades de agua, como ocurre con otras explotaciones. Sin embargo, la aportación de las dosis óptimas en los momentos adecuados de cada fase del cultivo evita el estrés hídrico, garantizan un mayor volumen de producción y aumenta la calidad.
El periodo crítico en cuanto a necesidades hídricas del olivar se sitúa entre la prefloración y la maduración, que, habitualmente, coincide con el de mayor escasez pluviométrica. Los requerimientos de agua varían en función de los parámetros de la plantación (marco de plantación y tamaño de los árboles), las características y condiciones del suelo en cada momento, la climatología de la zona.
Desde Agbar Agriculture, le ofrecemos una amplia variedad de soluciones de riego para ajustarnos a sus necesidades y a las de su cultivo de olivar.
Para el abonado, se debe tener en cuenta la capacidad de absorción de los olivos recién plantados para que no se pierdan nitratos, por lo que se recomiendan menores dosis, pero con mayor frecuencia. Por lo general, los sistemas de plantación intensivos alcanzan su máxima producción a partir del séptimo año, mientras que en los marcos de plantación en seto se alcanza a los 4 años.
PODA DEL OLIVO
Los expertos aconsejan podar el olivo en el momento en el que se da una menor actividad vegetativa, manteniendo el equilibrio entre las funciones vegetativas y reproductivas. El objetivo de la poda del olivar es aumentar la productividad sin mermar la vitalidad de los árboles, acortar el periodo improductivo en las plantaciones más jóvenes, prolongar la época productiva y retrasar el envejecimiento del árbol.
Se diferencian tres tipos de poda: la poda de formación, que se lleva a cabo en los primeros años de vida para orientar la formación del árbol de modo que sus aceitunas puedan recogerse de manera más cómoda para el agricultor; la poda de producción, que se realiza en la época en la que el olivo avanza desde la juventud a la edad adulta para aumentar la radiación solar en la copa y mejorar la calidad de los frutos, retirando las ramas más antiguas para dejar paso a las más jóvenes; y la poda de regeneración, que busca prolongar la vida útil del olivo para continuar cosechando frutos en cantidad y calidad suficiente para que el cultivo sea rentable, y que se efectúa cuando empiezan a apreciarse los primeros síntomas de envejecimiento, ayudando al árbol a que tenga nuevos brotes y mantenga la calidad de su aceite de oliva.
Para una correcta poda del olivo, se recomienda el uso las herramientas adecuadas, así como realizar el corte de forma limpia, sin irregularidades para no provocar heridas en el árbol. En el caso de que ocurra, conviene utilizar una masilla cicatrizante para sellarlas, evitando futuras infecciones. Asimismo, es aconsejable utilizar la biomasa procedente de la poda, con un gran valor energético para las calefacciones.
PLAGAS Y ENFERMEDADES DEL OLIVO
En Agbar Agriculture, le ayudamos a reconocer, prevenir, contrarrestar y erradicar las plagas y enfermedades en su cultivo de olivar, a través de nuestro equipo de expertos, para que pueda combatirlas de forma eficaz, reduciendo los riesgos, así como las posibles mermas en cada campaña.
Las principales plagas del olivar son la mosca del olivo, el barrenillo, el prays del olivo, el algodón del olivo y la cochinilla de la tizne. Por su parte, las enfermedades del olivar más conocidas son el repilo del olivo, la xylella fastidiosa, la verticilosis, la aceituna jabonosa, la tuberculosis del olivo y el escudete.
RECOLECCIÓN DEL OLIVO
Según el lugar donde se encuentre la producción de su cultivo de olivo, la fecha para llevar a cabo la recogida de la aceituna se verá afectada. Sin lugar a duda esta suele ser la etapa más gratificante del proceso del cultivo del olivo. En esta época es donde mejor se visualiza todo el trabajo que se ha aplicado previamente.
En la etapa de recolección del olivo se podrá observar la garantía del resultado positivo que Agbar ofrece a sus clientes. Nuestros expertos saben cuándo es el momento perfecto para llevar a cabo este proceso, según la plantación y las características.
Avenida Gran Capitán, 46 planta 1 oficina 11
14006 Córdoba Sede Aragón, La Rioja y Navarra:
Comuneros de Castilla 1
50002 Zaragoza Sede Centro-Levante:
Marina de Valencia, Edificio BioHub, C. de la Travesía, 15E
46024 Valencia Sede Cataluña:
Plaça del Toll, 6, bajo, 25180 Alcarràs, Lleida
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