Aunque, en general, cualquier árbol necesita realizar una poda para favorecer un crecimiento equilibrado y mejorar la cantidad y la calidad de sus frutos, los expertos aconsejan no llevar a cabo una poda agresiva en las explotaciones de cítricos.
Desde hace años, la tendencia en citricultura avanza hacia el aprovechamiento intensivo de la superficie de cultivo, plantando cada vez más árboles en un mismo terreno para incrementar el rendimiento y, por lo tanto, la rentabilidad de la explotación.
Para lograr este objetivo, la poda es una práctica indispensable que persigue una distribución homogénea del área foliar, mejorar la ventilación y la recepción de luz solar y establecer una estructura del árbol capaz de soportar el peso de los frutos, eliminando las ramas más débiles o mal ubicadas y otorgando nuevo vigor a la planta cuando sea adulta para que mantenga un adecuado nivel de productividad durante el mayor tiempo posible.
Tipos de corte de los cítricos
En función del tipo de corte que hagamos a las ramas, la poda de los cítricos puede ser de despunte o de aclareo. El corte de despunte consiste en eliminar una pequeña parte de las ramas para estimular la aparición de yemas laterales que formen una planta más equilibrada. El corte de aclareo retira las ramas o brotes por completo, desde su inserción en el tronco, para favorecer el crecimiento de las demás, consiguiendo una mejor iluminación y ventilación hacia el interior de la copa.
Tipos de poda
Dependiendo del objetivo que buscamos para nuestra explotación de cítricos, podemos diferenciar tres tipos de poda: de formación, de mantenimiento o fructificación y de renovación o rejuvenecimiento. Hay expertos que añaden otro tipo, en el inicio de la vida de la planta, la denominada poda de plantación, que consiste en eliminar los brotes que aparezcan en los primeros 50 centímetros del tronco para que se forme una estructura robusta a partir de esa altura.
Poda de formación
La poda de formación se efectúa durante los dos o tres primeros años de vida del árbol, de forma progresiva para no retrasar la entrada en producción. Su objetivo es establecer una planta con una estructura equilibrada, fuerte y que permita una óptima ventilación y entrada de luz solar. Para ello, se eliminan los rebrotes que surjan del patrón, hasta unos 50 centímetros de altura, y se despuntan algunas de las ramas que no serán principales. Este tipo de ramas, las principales, se elegirán entre el segundo y el cuarto año de entre las que muestren mayor vigor, para lo que se seleccionarán tres o cuatro de ellas, orientadas hacia diferentes puntos cardinales y a distintas alturas del tronco, evitando ramas muy altas o muy bajas.
Poda de mantenimiento
La poda de mantenimiento o fructificación persigue regular el desarrollo vegetativo del árbol, en relación a las nuevas ramas y hojas, además de controlar la distribución de los frutos para repartir el peso equitativamente. Se eliminan ramas secas, dañadas o con una dirección inadecuada, así como los chupones con crecimientos muy verticales, evitando la aparición de ramas que puedan competir con el eje del árbol, a la vez que se respetan las ramas horizontales, eso sí, realizando un aclareo y un despunte de las ramillas interiores que permita la llegada de luz y ventilación. De esta forma, se renuevan las zonas de fructificación que arrojen síntomas de agotamiento, mejorando la productividad y la calidad de la fruta.
Poda de renovación
La poda de renovación o rejuvenecimiento se lleva a cabo en los árboles considerados viejos, es decir, cuya producción se ha reducido progresivamente. Para conseguir el deseado efecto de rejuvenecer la planta, se realiza una poda severa para sustituir la madera de mayor edad por nuevos brotes. Hay que tener en cuenta el desequilibrio que conlleva este tipo de poda, por lo que hay que tener cuidado y reducir las labores de fertilización y riego para reducir el flujo de savia a la parte aérea, ya que esta poda elimina una parte importante de la copa, cortando ramas de gran tamaño para favorecer la brotación de yemas laterales, que den lugar a una nueva copa. Es recomendable no realizar esta poda mientras el árbol se encuentra activo, ya que reduce el rendimiento, por lo que se aconseja efectuarla antes de la brotación de la primavera. La renovación también se puede sustituir por la renovación de árboles, introduciendo nuevas variedades, a través de injertos.
Consejos para podar cítricos
Hay que elegir las herramientas adecuadas para la poda de los cítricos. En función del tamaño y el grosor de las ramas, se recomienda el uso de tijeras, hacha, sierra o motosierra. Además, es conveniente utilizar medidas de protección, tales como guantes, gafas y una ropa adecuada.
También debemos desinfectar los utensilios que hayamos utilizado antes y después de cada poda para prevenir la propagación de enfermedades. Los restos de la poda deben ser eliminados. Si están sanos, se pueden incorporar al suelo para enriquecerlo con materia orgánica, eso sí, triturándolos previamente. En caso de duda acerca de la salud de las ramas que hemos eliminado, lo más conveniente es quemar los restos, que pueden servir como biomasa para nuestra chimenea o calefacción de leña.