Balance de la campaña de aguacate 2022/2023 y desafíos de futuro

En los últimos años, el aguacate se ha convertido en un cultivo de alto valor en España debido a la creciente demanda por parte de los consumidores y a la buena rentabilidad que están obteniendo, en términos generales, los productores.

A lo largo de la última década, la superficie de cultivo de aguacate no ha dejado de crecer en el territorio español, hasta alcanzar las 22.540 hectáreas en 2022, según los datos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos (Esyrce), lo que significa que el área dedicada a este fruto subtropical se ha duplicado desde 2012, cuando se registraron en España 10.645 hectáreas. Históricamente, debido a las condiciones climáticas necesarias para su óptimo desarrollo, las principales zonas de producción se ubican en las provincias de Málaga, Granada y Tenerife, que acumulan en torno al 70% de la superficie total, aunque en los últimos años está creciendo su implantación en Cádiz, Huelva y Valencia.

En cuanto al precio, el aguacate ha registrado una tendencia ascendente en esta última década, eso sí, dibujando unas gráficas de cotizaciones con forma de dientes de sierra, coincidiendo, principalmente, con aumentos en la producción. En la campaña 2022/2023, el precio medio ha sido de 2,2 euros el kilo, frente a los 1,89 contabilizados el año anterior. La producción, por su parte, ha descendido respecto a la cosecha pasada: se han obtenido 61.500 toneladas, un 25% menos, debido a la vecería y la menor productividad provocada por las elevadas temperaturas. Las cotizaciones de la variedad Hass, las más cultivada en España, se han movido entre los 2,5 y los 3,2 euros el kilo, frente a los 2,2 y 2,65 euros el kilo de la campaña pasada.

Margen de crecimiento optimizando el agua para regadío

El cultivo de aguacate en España aún cuenta con margen de crecimiento. Según los expertos, mientras la inversión inicial ronda los 24.000-27.000 euros por hectárea, el retorno de la inversión se produce entre el noveno y el décimo año. Esto es posible gracias a que el aguacate mantiene una tendencia creciente de consumo nacional e internacional, pues en España la demanda supera a la oferta.

Además, se trata de una fruta con un amplio abanico de propiedades, en línea con la tendencia hacia los hábitos de consumo saludables de la sociedad, muy recomendada y versátil tanto en la dieta mediterránea como en la gastronomía en general.

Para continuar dando respuesta a esta demanda creciente por parte de los mercados, el agricultor debe afrontar una serie de retos. Entre ellos, destaca una adecuada gestión agronómica del cultivo, de ahí la importancia y la necesidad de contar con asesoramiento técnico especializado: ubicación del cultivo en función de las condiciones climáticas, las características del terreno y la disponibilidad de agua en la zona; el marco de plantación más adecuado; el patrón seleccionado en función del tipo de suelo; la variedad elegida; y la instalación y mantenimiento de un sistema de riego que optimice cada gota de agua disponible.

Los efectos, cada vez mayores, del cambio climático, suponen otro importante desafío a la hora de elegir la zona de cultivo más adecuada, no solo por el clima y las oscilaciones térmicas a lo largo del año, sino también, por la escasez de recursos hídricos y la necesidad de buscar alternativas viables, principalmente, procedentes de la regeneración y la desalación.

Ante esta situación, se hace necesario explorar nuevos territorios con potencial para la producción de aguacate para poder ampliar el calendario de producción en España y poder satisfacer la demanda interna sin necesidad de depender de las importaciones.

También, existe un amplio margen de crecimiento en el segmento ecológico, que aún es minoritario, lo que otorgará unas mejores cotizaciones. Otra forma de obtener un valor añadido es apostar por los sellos de calidad y certificaciones de origen, de forma que el consumidor asocie nuestro producto a una serie de técnicas de cultivo sostenible, un lugar de procedencia y unas cualidades organolépticas determinadas, por lo que esté dispuesto a pagar un precio más elevado.