La revolución digital ha supuesto un antes y un después para la Humanidad. En todos los sentidos y desde todos los puntos de vista, ya sean sociales o económicos. El ser humano ha cambiado sus hábitos de vida y los ha adaptado a los servicios que le proporciona la digitalización. Y la evolución ha seguido una progresión geométrica en los últimos 30 años, por lo que el mundo ha experimentado los mayores cambios jamás imaginados en el menor tiempo posible. Avances tecnológicos que antes necesitaban décadas, se han precipitado en pocos años; después, en apenas unos meses; y los últimos, se producen prácticamente a diario.
Desde que nos levantamos, estamos rodeados de tecnología digital. El smartphone nos acompaña incluso a dormir y nos despierta con su alarma; vemos las noticias en el móvil mientras desayunamos, comemos o cenamos. Estamos conectados el 100% de nuestro tiempo, en lo personal, y en lo laboral, con nuestros equipos informáticos. Hacemos deporte con aparatos que tienen GPS, que nos calculan la distancia recorrida, el ritmo cardiaco, las calorías que quemamos. Un reloj nos mide igualmente todas las variables saludables posibles en tiempo real. Tenemos casas inteligentes, con aparatos que funcionan con nuestra voz. El coche se arranca sin llave, con solo tocar a un botón; y dentro de él, hablamos por teléfono, oímos la radio o nos guiamos por satélite, gracias al avance tecnológico.
Son sólo algunos ejemplos. Y la agricultura no es una excepción. Lejos han quedados los tiempos del arado tirado por mulos. El sector agrícola se apoya cada vez más en la tecnología digital para mejorar su productividad y, con ella, su rentabilidad. También la calidad de los productos, la vida poscosecha, prevenir enfermedades y plagas, optimizar el packaging, reducir las huellas hídricas y de carbono, mejorar las propiedades organolépticas…
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La digitalización y sus herramientas para la agricultura
La digitalización proporciona al agro una herramienta fundamental: ofrece datos en tiempo real y ahorra tiempo. Y la información y el tiempo tienen un gran valor en términos económicos. Las decisiones se toman de forma más óptima, con más garantías de éxito, de forma rápida y flexible, agilizando todos los procesos de la cadena de valor, desde el agricultor hasta el consumidor.
La pandemia mundial que estamos padeciendo ha puesto de relieve, una vez más, la importancia que tiene el sector agrícola en el contexto socieoconómico y el valor estratégico de la digitalización para una óptima gestión de todos los agentes que componen el ecosistema agrícola. La tecnología digital proporciona herramientas que mejoran la gestión del sector agro y le fortalecen, dotándole de mecanismos de prevención y de seguridad ante las múltiples amenazas que se ciernen sobre la sociedad en un contexto de crisis sanitaria como está suponiendo la Covid-19.
Inteligencia artificial, drones, blockchain, realidad virtual, realidad aumentada, internet de las cosas, robótica e impresión en tres dimensiones son algunas de estas herramientas. Todas ellas, otorgan una diferenciación, un valor añadido. Multiplican las posibilidades de un sector que necesita diferenciarse. De no ser así, resultaría difícil diferenciar un tomate Raf de un tomate daniela; o un aceite de oliva virgen extra de extracción en frío respecto de uno refinado, por poner dos ejemplos.
Tecnología al servicio del sector agrícola
La tecnología al servicio de la agricultura permite conocer toda la trazabilidad del producto, desde que sale del campo hasta que llega al consumidor. Así, si ocurre algo en algún punto de la cadena de distribución, solo hay que tirar del hilo para saber el origen de ese alimento y, con ello, se pueden depurar responsabilidades. Durante la crisis del E.coli, en mayo de 2011, que puso en jaque a la agricultura española, cuya seguridad alimentaria e imagen reputacional saltó por los aires como consecuencia de un brote de de la bacteria Escherichia coli, seguramente se podrían haber evitado muchas muertes (hubo 56 fallecidos) y el campo español no habría quedado en entredicho de haberse dado una óptima trazabilidad que hubiese permitido conocer el origen del brote en cuestión de horas. Sin embargo, tras varias semanas de incertidumbre, muertes, enfermos y pérdidas millonarias para el agro español, finalmente se pudo conocer que los portadores de la infección eran unos brotes de soja procedentes de una explotación de Baja Sajonia (Alemania), que a su vez habían sido importados de Egipto.
Reconocimiento facial
También permite el reconocimiento facial en aquellos centros de trabajo donde cada día entran y salen miles de trabajadores para el manipulado y envasado de frutas y hortalizas. Un sistema que garantiza la gestión de forma ágil y segura, evitando las aglomeraciones y con ello, eliminando el riesgo de contagio de Covid-19. Mecanismos similares permiten ya la lectura de la compra alimentaria del consumidor, ofreciendo un gran avance en seguridad, rapidez y gestión.
Drones para cosechas
Los drones proporcionan información en tiempo real de las cosechas, así como de los parámetros que rodean el cultivo, sea cual sea, permitiendo una toma de decisiones más acertada, lo que garantiza un mayor éxito en la cosecha y reduce las pérdidas. De igual forma, los mecanismos de riego y fertirriego hacen lo propio para optimizar los recursos hídricos, un bien tan escaso como necesario, lo que unido a un buen tratamiento fitosanitario es sinónimo de una buena campaña agrícola
Información y big data
La información es poder. Por ello, el big data ha venido para quedarse. Aplicado a la agricultura, proporciona infinidad de datos que permiten y facilitan la toma de decisiones a pie de campo, contribuye a planificar mejor las cosechas, a anticiparse a la evolución de los mercados en los diferentes países, así como a las cotizaciones de los productos. Y eso no significa otra cosa que dinero, en forma de ahorro de costes o de beneficios finales.
La tecnología reduce la necesidad de mano de obra. Y las máquinas, aunque pueden infectarse por virus informáticos o sufrir un ciberataque, no se contagian por coronavirus ni pueden transmitirlo a los humanos. Algo muy interesante y digno de tener en cuenta ante la grave situación sanitaria que estamos viviendo desde hace casi un año.
Agricultura de precisión
La agricultura de precisión utiliza datos, el internet de las cosas, imágenes obtenidas por satélite, mapas de calor, imágenes en 3D generadas por drones, así como inteligencia artificial para analizar diferentes parámetros, el comportamiento y la evolución de los cultivos, el suelo, etc. La digitalización también ha llegado al consumidor en múltiples formas. Una de ellas son los códigos QR, que permiten ofrecer información sobre el producto para que el usuario lo obtenga de forma cómoda. Con un simple vistazo a la cámara de su móvil puede descargar todo lo que ese código contenga: información sobre los métodos de cultivo y la procedencia, vídeos de las labores agrícolas, fotos, consejos o recetas de cocina, valor nutricional, propiedades organolépticas… Un conglomerado de datos que ofrece seguridad al consumidor sobre aquello que come y mejorando su relación con el sector agrícola, acercándole al productor y poniéndole cara, lo que genera mayor confianza y, por lo cual, el cliente podría aumentar su disposición a pagar más por ello.
La digitalización: presente y futuro de la agricultura
La digitalización de la agricultura, por reticencias que tenga aún por parte de algunos miembros del sector, principalmente, los de generaciones de mayor edad, es un proceso imparable y necesario. Sin él, difícilmente se puede garantizar la sostenibilidad económica y social de un sector que, en muchos cultivos, lleva años asfixiado por los bajos precios y la necesidad de dar un salto cualitativo y cuantitativo que le abra las puertas a un futuro mejor. La agricultura siempre ha sabido adaptarse a los cambios. Y en esta ocasión, no será una excepción.
Fuentes bibliográficas y documentales:
La cuarta revolución industrial del agro
https://www.agrointeligencia.com/antonio-domene-gerente-de-casi/
http://www.agro-alimentarias.coop/ficheros/doc/06222.pdf
https://aesdigital.es/manual-de-instrucciones-para-digitalizar-tu-empresa/