No por repetido deja de ser verdad: la agricultura tiene ante sí el reto de alimentar a la creciente población mundial, que superará los 9.000 millones de habitantes en menos de tres décadas. Y no a cualquier precio. Debe mantener el equilibrio entre producir más y usar menos recursos, principalmente, agua, suelo, fertilizantes, energía, etc., conservando el entorno que la rodea, en armonía. Para ello, el agricultor ha de dar un paso adelante en su modelo productivo, cumpliendo con los pilares de la sostenibilidad, desde el punto de vista social, económico y medioambiental.
Por ello es tan relevante la labor de la agricultura, pues se trata de un sector estratégico repleto de oportunidades que le brindan un largo camino por recorrer en los próximos años. En este sentido, el papel que juega el agricultor es vital para contrarrestar las consecuencias derivadas del cambio climático y dar un salto cuantitativo y cualitativo en el modelo de producción. Para cumplir los objetivos del sector, el agricultor necesita apostar por la modernización de aquellos sistemas de cultivo de escaso nivel tecnológico, lo que le permitirá ganar en eficiencia y sostenibilidad de la mano de la digitalización y la incorporación de nuevas tecnologías.
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La agricultura ha demostrado de nuevo, con la crisis del coronavirus, que es un sector esencial para la economía, pues ha garantizado el abastecimiento de alimentos a la población sin especular con los precios de los productos. Además, ha realizado esta labor cumpliendo con los criterios de sostenibilidad y eficiencia, poniendo en valor la importancia de racionalizar los recursos en situaciones de crisis. El agricultor ha mostrado al mundo que su trabajo es fundamental y el mundo se ha percatado de que necesita al agricultor.
Sin embargo, no sirve cualquier modelo de agricultura. La producción de alimentos ha de ser sostenible y, para ello, el agricultor debe mejorar su nivel de productividad y rentabilidad, sin que ello repercuta negativamente en los recursos de su entorno, que deben preservarse en equilibrio con esta mejora del sistema productivo.
Para dar este paso al frente, el agricultor necesita seguridad en su toma de decisiones. Cambiar su modelo de trabajo no es una tarea que se realiza de un día para otro y, para llevarla a cabo con éxito, le será muy útil contar con asesoramiento especializado. Por un lado, puede optar por la diversificación, apostando por complementar los ingresos de sus cultivos ya consolidados con otros de alto valor, más productivos y rentables. Y por otro, tiene la opción de transformar la finca por completo poniendo el cultivo que mejor se adapte al terreno en términos de productividad y rentabilidad, para lo que debe conocer en profundidad las características de su explotación, la orografía, el suelo, las condiciones climáticas y fitosanitarias, la disponibilidad de agua y las necesidades hídricas… Aspectos que requieren de un aliado tecnológico y agronómico que le guíe en sus decisiones.
En Huesca, los cultivos mejor posicionados para dar este salto cualitativo y cuantitativo son los leñosos, principalmente, el almendro, el olivar y el pistacho. Teniendo en cuenta las características intrínsecas de esta región, unidas a las posibilidades de desarrollo de estos cultivos de forma intensiva de la mano de un especialista como Suez Agriculture, las probabilidades de éxito se disparan: la rentabilidad del cultivo se multiplica por cinco en comparación con otras producciones extensivas, gracias a que Suez Agriculture acompaña en la toma de decisiones y las labores que necesita la explotación, a lo largo de cada una de las fases del proceso productivo, en colaboración continua con los expertos del departamento de mejora vegetal de los principales centros de investigación de España.
Decisiones que aportan rentabilidad
Agbar monitoriza y recopila la información que necesita la finca, analiza los datos y parámetros que arroja el cultivo en cada momento y facilita la toma de decisiones en busca de mayor eficiencia en el uso de los recursos, más productividad y rentabilidad final.
Además, pone al alcance del agricultor proyectos ‘llave en mano’ con un servicio integral que le permite gestionar de la mejor forma posible los recursos y el acceso al mejor material vegetal, a la optimización del agua y los fertilizantes mediante el uso de la tecnología de riego más avanzada, así como a la obtención de las mejores condiciones de financiación para su explotación, gracias a los convenios que mantiene con las entidades financieras especializadas en agronegocios. Un ejemplo de ello es la gestión integral de un proyecto ubicado en Huesca para el cultivo intensivo de almendros en una finca de 140 hectáreas.
Si desea más información y asesoramiento personalizado, póngase en contacto con el Gerente de Agricultura de la zona norte de Agbar, Gabriel Sevillano, a través de los teléfonos 976 20 51 60 – 616 26 76 55 o el correo electrónico gabriel.sevillano@suez.com.
