Tras las primeras jornadas de recolección de almendra en España, los datos sobre la cosecha de este fruto seco para la campaña 2022/2023 reflejan una importante reducción en comparación con las previsiones iniciales.
Según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la merma en la producción de almendra podría rondar entre el 30 y el 50% en las principales zonas de producción respecto a las cifras previstas en el aforo inicial, afectando, principalmente, a las zonas de secano, aunque también se están produciendo descensos pronunciados en las regiones de regadío.
Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) indica que la caída en el volumen de la cosecha en comparación con las cifras registradas en la campaña 2021/2022 llega, incluso, hasta el 70% en algunos territorios, año que ya se consideró malo, al recogerse menos de 200.000 toneladas de almendra en cáscara, un 46% menos que en la 2020/2021.
El motivo de este descenso es el bajo rendimiento obtenido en cuanto a kilogramos por árbol, con la sequía y la falta de recursos hídricos como causas principales. A ello se suma la caída en el calibre del fruto y los problemas de calidad provocados por las lluvias registradas en mayo y junio, que contribuyeron a la proliferación de enfermedades fúngicas como la antracnosis, que disminuye la cantidad de frutos y reduce el calibre.
La estimación de cosecha que ha realizado la Mesa Estatal de Frutos Secos se situaba en 120.600 toneladas de almendra en grano, lo que suponía casi un 50% por encima de la media de los últimos tres años. A pesar de ello, la Mesa advertía de la incertidumbre sobre la cosecha definitiva debido a los fenómenos climatológicos adversos registrados y, sobre todo, por la prolongada sequía de las principales zonas productoras.
El precio tampoco acompaña
La organización agraria ASAJA en Valencia señala que las cotizaciones en origen se encuentran muy por debajo de los costes de producción. Por un lado, la almendra Comuna se comercializa a 2,6 euros por kilo en pepita, frente a los 3,5 euros por kilo a los que cotizaba hace un año, lo que significa un descenso del 25%. Por su parte, la almendra ecológica cotizaba a 7,25 euros el kilo el año pasado y en la actualidad se comercializa en origen a 4,8 euros por kilo, lo que supone un 35% menos.
Esta caída de los precios en origen contrasta con la merma generalizada del volumen de la cosecha. El motivo, según las organizaciones agrarias, es el desequilibrio existente entre la oferta y la demanda motivado por la importación masiva de almendras procedentes de California, inundando el mercado nacional y presionando a la baja los precios de la almendra española, a pesar de su mayor calidad.
Futuro del sector
En la actualidad, la superficie destinada a almendro en España supera las 756.000 hectáreas, cifra que en el último año ha incorporado más de 16.000 hectáreas de almendros en producción. Además, hay otras 170.000 hectáreas de plantaciones jóvenes que entrarán en producción en los próximos años.
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