Para obtener el mejor rendimiento posible tanto de producción como de calidad de un cultivo leñoso de alto valor, debemos preparar el terreno de forma óptima. Es decir, tenemos que realizar una serie de labores previas a la plantación para un correcto acondicionamiento de la tierra.
Estos trabajos son de una gran importancia, pues de ellos dependerá, en gran medida, el comportamiento agronómico de nuestro cultivo leñoso. Además, es fundamental contar con el mejor asesoramiento especializado posible, como el que proporciona Agbar Agriculture, para que expertos y técnicos nos ayuden en la toma de decisiones, pues se trata de acciones que, en términos generales, conllevan una importante inversión, por lo que es esencial que acortemos los plazos de amortización y que consigamos las mejores condiciones de financiación posibles, en el caso de que sean necesarias.
Requisitos imprescindibles para los cultivos leñosos
En líneas generales, debemos tener en cuenta que nuestro cultivo leñoso de alto valor necesitará un suelo con unas condiciones adecuadas: lo más llano posible, aunque también puede tener pendiente, siempre que no sea muy pronunciada; salvar y nivelar las irregularidades del terreno para evitar que haya zonas encharcadas cuando llueva o se riegue; acondicionar el suelo para que sea poroso; analizar las características del terreno para conocer las necesidades de humedad, riego y nutrientes de nuestro cultivo leñoso en cada una de las etapas del ciclo vegetativo, comenzando por la siembra; preparar el suelo para que se encuentre en óptimas condiciones para la plantación, de forma que las raíces no se encuentre con obstáculos y puedan crecer libremente; favorecer el drenaje del terreno para que el cultivo pueda acceder al agua de riego sin dificultad y de forma natural.
Tareas a realizar
Para ello, debemos realizar una serie de tareas imprescindibles, orientadas a garantizar las mejores condiciones del suelo: preparar la capa superficial para que sea homogénea y facilite la siembra; descompactar el terreno más profundo, a la altura de donde llegarán las raíces para beneficiar la aireación e infiltración del agua; abonar, cuando sea necesario, teniendo en cuenta las necesidades de fertilización del terreno; limpiar el suelo de restos de otros cultivos para prevenir plagas y enfermedades, además de eliminar las malas hierbas.
Condiciones del terreo, clima y agua
En función de las condiciones del terreno, de la climatología de la zona y de la disponibilidad del agua, elegiremos el tipo de cultivo leñoso de alto valor que mejor se adapte a nuestra finca, siempre asesorados por nuestro equipo de técnicos de confianza, de forma que podamos garantizar las mejores ratios de productividad, calidad y, a la postre, de rentabilidad del cultivo, amortizando la inversión lo antes posible, evitando riesgos en la toma de decisiones.